Título original: The Zone of Interest
Director: Jonathan Glazer.
Productor: James Wilson.
Elenco: Sandra Hüller, Christian Friedel, Freya Kreutzkam, Ralph Herforth.
Sinópsis: Esta película nos introduce en la cotidianidad de la vida del comandante Rudolf Höss, su perfeccionista esposa Hedwig y sus 5 hijos, en su casa de ensueño, con jardín y alberca, circundante al campo de concentración de Auschwitz, mismo que él hábilmente lidera.
Otras nominaciones al Oscar: Director, Sonido, Guión adaptado y Mejor Película Internacional.
¿Qué ventaja tiene esta película sobre las demás?
Carlos Miguel Rosales- Tras su paso por Cannes, este filme ha conquistado al público y la crítica por su visión sobre la indiferencia ante el horror. Con la ausencia de Anatomy of a Fall en la quinteta de mejor película internacional, tiene todas las de ganar en esa categoría, apoyada por la recepción de la crítica y el nombre de la productora A24, la colocan como una de las mejores películas internacionales del 2023.
Odette Paz- Es una película que creo que no deja indiferente a quien la ve, desde su estreno ha tenido una alta aprobación tanto de la crítica especializada, como de la audiencia, siendo nominada en un sinnúmero de certámenes internacionales, independientes, así como los más reconocidos y prestigiosos.
¿Por qué la escogió la Academia?
C.M.R.- La construcción de The Zone of Interest es muy interesante, la dedicación del director Johathan Glazer y su equipo para crear el ambiente idílico y paradisiaco en la parte exterior del campo de concentración de Auschwitz, contrastando con el horror invisible, pero latente del mismo campo de concentración. Nos muestra otra cara de la moneda, poco explorada en los temas del holocausto. Aunque los personajes, en su mayoría, se muestran indiferentes a lo que pasa del otro lado del muro, como espectador es imposible no dejar volar la imaginación, lo que convierte a los disparos, el humo y los gritos de dolor en acontecimientos aún más terroríficos.
O.P.- Las historias en torno a la Segunda Guerra Mundial están en los temas prioritarios para la Academia; cuando pareciera que no hay mucho más por decir, llega esta cinta que aborda con banalidad, drama y hasta humor negro, detalles oscurísimos del holocausto. El ser una co-producción de EE. UU., Reino Unido y Polonia le merecieron las nominaciones tanto a Mejor Película, como a Mejor Película Internacional.
¿Por qué le darías el Oscar?
C.M.R.- A diferencia de películas sobre el nazismo, Glazer buscó retratar a los nazis “inocentes” que en su cotidianidad no tenían contacto directo con los prisioneros. Pero esto no los vuelve exentos, por su indiferencia, y capaces de cometer otro tipo de violencias, las cuales al volverse diarias son normalizadas por una posición de privilegio. Aunque sus posibilidades son casi nulas para obtener el Oscar en la categoría de mejor película, su manufactura le da posibilidades en las categorías de sonido, guión y una segura victoria la de mejor película internacional.
O.P.- Es una película que provoca shock, la fui a ver en dos ocasiones al cine y la segunda me dejó aún más perpleja, pues en un principio no tenía contexto alguno de su temática: los detalles iniciales que parecían solo mostrar la cotidianidad de un ama de casa, se tornaron absolutamente tétricos al percatarme de que eran el resultado de su posición privilegiada sobre las víctimas del holocausto. El director, Jonathan Glazer, se vale de todos los elementos a su alcance: atmósferas sonoras, espacios de silencio y contrastes cromáticos para contar una historia terrible. Si no obtiene el Oscar a mejor película, muy probablemente lo haga en la categoría internacional.
¿La temática es relevante al momento histórico actual?
C.M.R.- Cómo volvemos invisible la violencia como adultos y cómo la tomamos como algo normal cuando crecemos con ella a nuestro alrededor, ponen a debate cómo ignoramos el sufrimiento ajeno cuando no nos afecta. La indiferencia y la falta de empatía son dos de los temas más importantes que Glazer toca y sobre los que su obra busca hacernos reflexionar.
O.P.- Sí, en tiempos de guerra y polarización política y social, lo que nos horroriza en la pantalla sobre un conflicto pasado, desgraciadamente no dista de lo que se vive hoy en día; bastaría con contextualizar esta historia en nuestro país o muchos otros con situaciones que reflejen la riqueza que se alimenta de la desgracia ajena y encontraríamos numerosos ejemplos pasados y actuales, también basados en hechos reales.