Richard Serra fallece a los 85 años en Long Island
¿Cómo representarías físicamente el vacio? El escultor estadounidense Richard Serra lo logró creando estructuras gigantescas de acero, con la posibilidad de ser transitables y que nos hacen percibir ese concepto en carne propia.
Quizá uno de los ejemplos más emblemáticos de la escultura monumental de este autor, que podría describirse como hojas gigantes de metal dispuestas de manera armónica, se encuentra en el Museo Guggenheim de Bilbao, donde la obra Materia del Tiempo dialoga con el ría del Nervión al norte de España. Esta pieza pesa 170 toneladas.
Pero sus obras se levantan en muchos lugares del mundo: El aeropuerto de Toronto, el parque al aire libre de Glestone en las afueras de Washington, la estación de Liverpool Street en Londres, Alemania y Holanda, entre otros.
Considerado el mejor escultor del Siglo XXI, dejó la vida, considerada para él una épica aventura, este marzo del 2024, al llegar la primavera, en Long Island, cerca de Nueva York a los 86 años, víctima de neumonía.
De origen español y urkraniano, Serra fue hijo de un hombre de Canarias, que trabajó como supervisor de una fábrica de caramelos en San Francisco y una madre originaria de Odesa. Estudió en Yale, donde trabajó en una fábrica de metales pesados. Aunque antes ya había sido alumno de Aldous Huxley, Morton Feldman y Margaret Mead entre otros sabios, y fue un ávido lector de Albert Camus.
Otra de sus obras más interesantes es una lista de verbos, en donde curiosamente comenzaba con enrrollar, arrugar doblar, almacenar, inclinar, abreviar, retorcer… ¿Podrías llegar a 100 invitaciones a la acción como Richard Serra?
Serra encontró su vocación cuando de niño, su madre le entregaba rollos enormes de papel color rosado, que le traía de la carnicería, con los que jugaba en el pavimento y que eran solicitados por ella excusando “son para mi hijo el artista”.
Luego a los 4 años quedó absorto al ver los grandes navíos de metal flotar con ligereza en el mar y las grúas mover vigas de metal de un lugar a otro por los aires.
Su trabajo escultórico, generalmente expuesto en el espacio público le hizo ganarse el nombre del poeta del acero. Su legado está presente en los escultores que han seguido sus pasos y los espectadores que podemos hacer tangibles sus conceptos gracias a su genialidad.