Título original: Im Westen Nichts Neues / All Quiet on the Western Front
Director: Edward Berger
Productor: Malte Grunert
Elenco: Felix Kammerer, Albrecht Schuch, Aaron Hilmer, Moritz Klaus, Adrian Grünewald y Edin Hasanovic
Sinópsis: Adaptación de la novela homónima de 1929, que ya había sido llevada a la pantalla en 1930 y 1979. Cuenta la historia de Paul Bäumer, un joven soldado alemán, desde que se enlista voluntariamente a la Primera Guerra Mundial y el desencanto de estar en el frente lidiando con una cruda realidad. Mientras que en una historia paralela el político Matthias Erzberger trata de terminar la guerra, pero tiene que enfrentar a una élite alemana que en su comodidad se opone a dejar las armas.
Otras nominaciones al Oscar: Película extranjera, Fotografía, Maquillaje y peinado, Banda sonora, Diseño de producción, Sonido, Efectos visuales y Guión adaptado.
¿Qué ventaja tiene esta película sobre las demás?
Carlos Miguel Rosales- El diseño de producción de esta película es extraordinario. La fotografía y el audio ayudan a resaltar la crudeza de la guerra y la situación que vivieron los soldados en las trincheras durante la Primera Guerra Mundial. Es una desgracia que al ser una película de Netflix su distribución en los cines no haya sido masiva.
Odette Paz- Es una película desgarradora, en la que empatizamos con los personajes y los acompañamos en su desgracia, nos permite comprender la guerra desde la perspectiva de los que la luchan y no tienen poder de decisión. Está inspirada en hechos reales, en lo absurdo que de octubre de 1914 a noviembre de 1918 más de 3 millones de hombres murieron en las trincheras del Frente Occidental en las que no hubo un avance significativo de parte de ninguno de los bandos.
¿Por qué la escogió la Academia?
C.M.R.- Es un drama de guerra, que se centra en el aspecto humano del conflicto. Es la belleza estética de uno de los aspectos más horribles de la humanidad. Una gran producción salida de Alemania que demuestra que no solo Hollywood es capaz de llegar a estos niveles de producción, que además cuenta con una gran historia.
O.P.- Empezando porque es una cinta bélica, un tema que le fascina a la Academia, de hecho la adaptación de 1930 obtuvo el premio a Mejor Película, siendo la primer cinta en la historia basada en una novela en obtener dicho reconocimiento; además es un drama desolador enfocado en la condición humana y cómo todo lo que somos queda de lado en una guerra.
¿Por qué le darías el Oscar?
C.M.R.- Su nivel emocional es desgarrador y la vuelve un clásico instantáneo del género, junto a películas como Apocalipsis Ahora (1979), Rescatando al Soldado Ryan (1998) o Cara de Guerra (1987), que en su crudeza y humanidad son películas más antibelicistas. De sus nueve nominaciones, bien merecidas, tiene prácticamente en la bolsa el Oscar a mejor película extranjera y tiene posibilidades en las otras categorías.
O.P.- Es una película sumamente bella y conmovedora. Se vale del contraste entre lo terrible: escenas explícitas de cuerpos mutilados, con una fotografía que capta la belleza de los paisajes en torno a los que se está desarrollando esta guerra; empatizamos con personajes y los acompañamos en un camino en el que sufren dolor, miedo, enojo, hambre y arrepentimiento, ellos no quieren estar ahí, no es una guerra heróica, es una lucha por sobrevivir. Creo que es una de las contendientes que tienen bastantes posibilidades este año.
¿La temática es relevante al momento histórico actual?
C.M.R.- El contraste entre la opulencia de las clases dominantes y la miseria en que tienen que vivir los soldados es un tema muy actual. El discurso patriotero del honor como justificación de la matanza entre los hombres nos lleva inevitablemente a pensar en el conflicto en Ucrania. Pero puede ser aplicado, desgraciadamente, a otras regiones del mundo actual.
O.P.- Desgraciadamente la guerra es un tema constante y universal para la humanidad, en entrevista Berger ha mencionado lo impactante que le fue encontrarse en los medios imágenes actuales similares a las que representó, de altos mandos en elegantes mesas tomando decisiones sobre millones de vidas, ahora en torno a la guerra en Ucrania.