En los últimos años hemos empezado a ser mucho más conscientes del problema que ocasiona el consumo excesivo principalmente de la moda, mayormente del sector fast fashion, pero ¿por qué? se preguntarán, si ya existen etiquetas verdes que certifican la sostenibilidad de cada prenda… Y sí, pero el tema es que son empresas que no son sostenibles, porque cada prenda cuesta muy poco y la compañía como tal se queda con una suma muy grande de la venta de cada prenda, por eso tenemos a Amancio Ortega, dueño de Inditex, como uno de los hombres más ricos del mundo, así que no podemos decir que compramos prendas sostenibles en estas grandes empresas que buscan reducir costos cada día y aún así ofrecer precios competitivos, y para que esto suceda en algún punto se debe romper la cadena tanto en mano de obra, en producción o materia prima. Hemos visto documentales y noticias de las condiciones de sus fábricas o el daño de los insecticidas y las semillas de algodón genéticamente modificadas que destruyen la tierra donde se siembran y su alrededor, o podemos ver en las etiquetas la cantidad de elastano, fibra sintética que no se descompone.
Hace poco circulaba en las redes el experimento de enterrar un jean y volverlo a desenterrar en un año para conocer su estado de descomposición y ¡vaya sorpresa!, la fibra natural desaparecía al 100% dejando el elastano o polímero junto con los botones, remaches y cremalleras, este es un ejemplo que refuerza el discurso, así que si quieres ser parte y poner tu granito de arena, te acompañaré en este viaje donde paso a paso irás encontrando soluciones para despegarte de estas grandes industrias sin tener que sacrificar tu estilo.
¿Recuerdas que nuestras abuelas cosían muchas veces su ropa? Aquí no llegaré a pedirte eso, más no está mal si lo quieres hacer, para decir que una prenda es sostenible debe existir una ética humana y natural en todo su proceso desde la materia prima hasta su desecho, por eso y como primer tip a la hora de comprar prendas ten en la cabeza estas reglas:
1. ¡No creas en todas las etiquetas verdes!
2. La prenda debe ser de producción nacional, es decir debe estar completamente producida en el país donde vives, así no existen emisiones grandes en sus transportes.
3. ¡Revisa materiales! Su composición debe tener un % muy reducido de fibras artificiales o poliméricas, idealmente 0%, así que revisa su etiqueta de composición.
4. Piensa en su durabilidad para que la tela no sea un material frágil que se destruya en el primer uso o lavado, así la puedes vender de segunda mano sin problema o reparar fácilmente con tu costurerx de confianza.
5. Revisa las instrucciones de lavado para que esta prenda se pueda combinar con otras y así cuando laves, puedas lavar en volumen alto ya que así gastas menos agua.
6. Piensa en tu estilo, que sea un prenda que puedas utilizar varias veces, que sea versátil y puedas combinar con otras para encontrar resultados distintos o que sepas que tendrás en tu armario para ocasiones especiales.
Así mismo, te iré dando diferentes tips para que no tengas que comprar tanto, y recuerda que boutiques de ropa de segunda mano hay un montón, donde encontrarás prendas de todo tipo y ten en tu cabeza este mantra: “compra inteligentemente, porque como todo en la vida, lo importante es la calidad, más no la cantidad”.