François Ozon es considerado uno de los cineastas más importantes de la actualidad. Su filmografía a través del humor, la sátira y la belleza de sus obras, ha servido para contar temáticas como la sexualidad, la amistad, la fugacidad de la vida y la muerte, como espejos de la realidad.
Lo que también lo ha llevado a estar envuelto en polémica por la temática de sus filmes. Como Joven y Bella de 2013, sobre una joven menor de edad que valiéndose de su apariencia madura se prostituye a escondias de su familia.
En la misma linea de sus temáticas se encuentra Mi crimen (Mon Crime), una hilarante sátira sobre la fama y la riqueza a cualquier costo.
El filme protagonizado por Nadia Tereszkiewicz y Rebecca Marder se centra en Madeleine y Pauline. Dos jóvenes solteras en la década de los treinta en Paris, que harán lo posible para salir de su precaria situación. En la que los acredores las persiguen y llevar comida a la mesa es una lucha constante.
Madeleine es una actriz, bonita y joven con muy mala suerte, que esta comprometida con un joven de familia rica que la rechaza. Mientras Madelaine es una abogada desempleada que aprovecha su labia para salir de todos su problemas.
Cansadas de la pobreza, cuando Madeleine es acusada del asesinato de un famoso productor francés, que trato de aprovecharse de ella. Ambas ven la oportunidad de obtener fama y riqueza si la actriz se declara culpable del crimen. Lo que comenzará una serie de enredos, esperando que la verda no salga a la luz.
Madeleine y Pauline se aprovecharan de todos sus recursos para salir de problemas, su belleza, ingenio y a veces desfachatez. En lo que resulta en una muy destacada comedia, que hace sátira de la búsqueda de la fama, los medios y el showbiz. Que de alguna forma nos recuerda a la trama de Chicago.
Más allá de la historia y el humor destacan las actuaciones de Nadia y Rebecca. Pero sobre todo de una increíble Isabelle Hupert, que nos tiene acostumbrados a los papeles ultra dramáticos. Aquí Isabelle intrepreta a una actriz de la época del cine mudo, que se encuentra en decadencia y busca regresar a sus días de gloria.
De alguna forma también Mi crimen es un filme que también hace sátira del feminismo. Donde los personajes femenimos son los inteligente, que buscarán sus objetivos, a veces pasándoseles la mano. Mientras la mayoría de los personajes masculinos son atolondrados, ingenuos o interesados.
Sin duda una palomita más a la filmografía de François Ozon.
Este filme es parte del 27 Tour de Cine Francés.