“Divide y vencerás”
Julio Cesar

Julio Cesar es uno de los personajes históricos que más han influenciado nuestra vida, tan asombroso como complejo, así lo describe Santiago Posteguillo en su novela “Roma soy yo” ambientada en la Roma del siglo previo al nacimiento de Cristo.
Este libro es una ficción histórica que como leyenda en su cubierta con letras pequeñas bajo el titulo nos advierte “La verdadera historia de Julio Cesar”. La novela de casi 700 paginas nos pone en contexto con la Roma en que vivió Julio Cesar, el más grande de todos los tiempos, después de él surgió el primer emperador y todos sus sucesores llevaron el nombre de Cesar como un distintivo de su cargo, incluso en Alemania la palabra Kaiser es una declinación de Cesar, así como Zar en Rusia.
Fue un genio, un estratega militar, el más grande conquistador que solo podría asemejarse con Alejandro Magno. Santiago Posteguillo lo describe como un hombre honesto, que estaba del lado del pueblo, en desacuerdo con las injusticias de aquellos gobernantes que querían amasar fortunas, por el contrario, Julio Cesar pretendía que se le repartiera más los ciudadanos de Roma, para crear prosperidad entre su gente.
Se abrió paso de la nada, como un aguerrido guerrero se ganó el respeto de sus compañeros, su padre murió cuando él era muy joven, entonces su ejemplo fue su tío, el general y estadista Cayo Mario, otro gran combatiente que murió en acción. A raíz de lo sucedido el ambicioso Julio Cesar empezaría a trazar su camino hasta llegar a conversaste en el más grande entre los suyos, tanto que su nombre resonaría para siempre en la historia junto al de Roma.
Empezó con desatinos, le marcó un episodio cuando Julio Cesar iba a bordo de una embarcación fue secuestrado junto con su flota por un barco pirata, en aquellos tiempos los piratas tomaban a los pobres como esclavos, mientras que por los ricos se pedía rescate.Julio Cesar tenía una posición acomodada entonces los secuestradores pidieron por él 20 talentos, lo que era mucho dinero para su tiempo, Julio Cesar en su osadía les dijo a sus captores que su rescate valía al menos 50 talentos, pero que si lo dejaban con vida él los buscaría y los mataría.

Cesar fue liberado y los piratas cobraron la cantidad acordada al tiempo que se burlaban del joven osado, una vez de vuelta en Roma construyó su embarcación y se convirtió en un persecutor de piratas. El tiempo lo puso en las coordenadas correctas y dio con sus secuestradores, al tenerlos de frente les infundió temor y cumplió a cabalidad su advertencia, no quedó ninguno de ellos con vida, además se dio cuenta que era muy redituable saquear los barcos de aquellos ladrones que siempre estaban cargados de cosas valiosas y tesoros.
El futuro gobernante recorrió varias tierras y cuando fue destinado a luchar en Cádiz se encontró con una estatua de Alejandro Magno, le observó con detenimiento y lloró a sus pies, pues sentía que para su edad no había conquistado nada, entonces invirtió todo su dinero en su campaña, pero no fue suficiente, tuvo que aliarse con Marco Craso, quien era el hombre más rico de Roma, y con Pompeyo Magno, quien a pesar de aborrecerlo apoyó la campaña porque era la única opción de triunfar, pues la popularidad de Julio Cesar con el pueblo era avasalladora, de ese modo se formó el primer Triunvirato, que es una forma de gobierno ejercido por tres personas.
El papel de Julio Cesar en este gobierno era conquistar tierras para Roma, entonces empezó por Galia, un lugar hostil lleno de tribus celtas que superaban al ejército romano en número y fuerza. Pero el gran estratega nunca se dio por vencido y se sumergió en la guerra de las Galias, conquistando todo a su paso, aquellos pueblos barbaros sucumbieron ante el poderío del imperio romano.

Galia; hoy conocida como Francia, Bélgica, el oeste de Suiza, zonas de los Países Bajos y Alemania al oeste del Rin ya eran de Roma, y le rendían tributo e impuestos, y para Julio Cesar ya era tiempo de regresar a casa, pero en su infinita hambre de conquista divisó la isla de Bretaña, había leído de ella, pero nunca ningún romano había llegado allí, entonces quiso ser el primero. No contaba con los temporales que azotaban la zona y perdió una buena parte de sus hombres, aunque una vez que pisó la isla se enfrentó a los bretones, quienes también eran salvajes y difíciles de derrotar. Julio Cesar siempre lo conseguía y una vez que se vio con Bretaña y Galia regresó a casa, pero allí le esperaba la traición, primero la muerte del hombre más rico de Roma, Marco Craso derrotado en la batalla de Carras, en Harrán, actual Turquía, después Pompeyo se descaró y acusó a Julio Cesar mandándolo a juicio por haber tomado 10 años conquistando territorios para Roma y no 5como se había acordado.
Santiago Posteguillo en la novela recrea los diálogos de los personajes sin salirse de las costumbres y los modos de la época. Inevitablemente en la historia Pompeyo decide enfrentarse a Julio Cesar y eso desemboca en la segunda guerra civil de la República Romana librada del 49 al 45 a. C.
En la primera batalla en Dirraquio Julio Cesar fue derrotado por Pompeyo y al verse superado por los hombres de su antiguo compañero de gobierno decide hacer la retirada para finalmente enfrentarlo de nuevo en la batalla de Farsalia, donde Cesar derrota a Pompeyo de una manera avasalladora y humillante, entonces decide huir a Egipto a pedir apoyo y protección, pero el gobierno de Ptolomeo XIII decide asesinarlo, pues habían escuchado de Julio Cesar y temían enfurecerlo.
Cuando Julio Cesar visitó Egipto le fue entregada la cabeza de Pompeyo, quien tenía marcas de una brutal tortura, pero esto le causó disgusto al mandatario romano. Hay una versión que dice que Cesar hubiera perdonado a Pompeyo y al llevarlo de vuelta a Roma le ofrecería un puesto en su gobierno, su molestia era por el título que ostentaba su antiguo aliado; también hay otros que soportan que Julio Cesar quería asesinarlo con sus propias manos. Cualquiera que haya sido la manera de pensar del conquistador romano la situación derivó en una enemistad entre Cesar Y Ptolomeo XIII, y aquí aparece Cleopatra, hermana del mencionado rey egipcio.

Alejandría había sido fundada por Alejandro Magno y en honor a él llevaba su nombre, tierra que se la designó a uno de sus generales, Ptolomeo, de ese gobernante viene la ascendencia de Cleopatra, quien estaba amenazada por su hermano Ptolomeo XIII, pero ella quería el trono y derrocar a su hermano, al saber que Julio Cesar estaba en Alejandría, Cleopatra que estaba exiliada en Siria hizo un viaje de 8 días para encontrarse con el gran conquistador romano.
El plan de Cleopatra fue infalible, entró al palacio ayudada por algunos cómplices cubierta en papel de papiro, otras versiones sostienen que estaba desnuda envuelta en una alfombra. Fue como un regalo que se abrió, y de pronto la bella mujer dejó pasmado al gran conquistador con su presencia. A ciencia cierta nadie conoce la versión con exactitud, pero Cleopatra logró seducirlo esa misma noche. Hay un cuadro de Tiépolo donde recreó ese encuentro y hoy se puede visitar en el museo de Arkhangelskoye en Moscú.
Cleopatra por amor o por conveniencia utilizó a Julio Cesar con sus encantos y lo convirtió en su aliado, pidiéndole ayuda para establecer su trono en Egipto y deshacerse de su hermano Ptolomeo XIII. La hospitalidad de Cleopatra convencería hasta al más duro corazón, entonces lo invitó a hacer un viaje por el Nilo. Ella era 30 años más joven que él, pero Cleopatra tiene otra historia a la que Santiago Posteguillo se compromete a narrar en otros libros, pues esta mujer es digna de tener varios volúmenes.

Julio Cesar emprendió una batalla donde había perdido la cabeza, pues Ptolomeo XIII superaba en hombres al ejército romano; esa situación no detuvo al conquistador y con su estrategia ganó la famosa batalla del Nilo, en la que Ptolomeo XIII fue tragado por el rio debido a su lastrosa armadura.
Julio Cesar y Cleopatra fueron amantes y tuvieron un hijo conocido como Cesarión, a quien el conquistador reconoció como suyo. Y además le garantizó el trono de Egipto a Cleopatra, a quien más adelante llevaría a Roma y le enseñaría su tierra en una de sus lujosas casas.
En el año 44 a. C. Julio Cesar regresó victorioso, habiendo alcanzado el máximo grado en Roma y habiendo conquistado todo, fue cobardemente asesinado por la gente de su senado con 23 puñaladas. Ese hecho provocó una revuelta y Cleopatra huyó a Egipto para estar más segura.
Roma soy yo es la historia del más grande de todos los tiempos, el único e irrepetible, Julio Cesar.
Sobre el Autor
Santiago Posteguillo es un escritor valenciano, reconocido por sus novelas ambientadas en la antigua Roma, tratando con delicadeza y contexto la novela histórica. Ganó el premio planeta en 2018 con su novela “Yo, Julia” que rescata del olvido la existencia de la emperatriz romana, esposa de Severo en el siglo II d. C. una mujer que retó a los dioses y cambió la historia de su pueblo.
Con esa biografía mostró la manera en que una mujer puede forjar una dinastía, en el año 192 d. C. mientras los hombres se jugaban la vida en las sangrientas batallas que Posteguillo tiene esa habilidad de narrar y de situarnos dentro del campo, el enfrentamiento y hasta vivir cada uno de los movimientos de aquellos hombres que caen en combate, y también de aquellos que triunfan.
Julia, es hija de reyes, madre de cesares y esposa del emperador, piensa en algo mas ambicioso, una dinastía. En aquellos tiempos Roma estaba gobernada por Cómodo, un loco y tirano a quién se le da un golpe de estado. Roma arde, puede ser el final o el principio, en medio del fuego que asola la ciudad, Julia tiene muy claro que solo una mujer pude forjar una dinastía.
Posteguillo tiene otras dos trilogías ambientadas en el imperio romano, más la biografía de Julia Domna. La trilogía de Africanus es una obra maestra del autor que se compone por 1- El hijo del cónsul, 2- Las legiones malditas, 3- La traición de Roma. Posteriormente hizo la trilogía Trajano en la que inicia con 1- Los asesinos del emperador, 2-Circo Máximo, 3- La legión perdida.
Para vivir la historia de Roma, Santiago Posteguillo es una gran opción, recrea los diálogos y las batallas de una manera muy peculiar, sin saltarse las normas de la época, además el escritor aun va a producir mucho, pues está trabajando en la historia de Cleopatra, que dice le tomará más de dos libros, promete que en 12 años tendremos un retrato completo de la antigua Roma.