Moonage Daydream, la segunda llegada de David Bowie

Hablar de la influencia y el legado de David Bowie no es fácil. Su alcance en la música, la moda, el arte y la cinematografía, compaginan con sus múltiples intereses, y personalidades.

Bowie se definía a si mismo como “generalista” y cuando no se dedicaba a cantar, producir y componer, pintaba, actuaba, coleccionaba arte, viajaba, tomaba fotografías, hacia filantropía, etc., etc. Entre las estrellas de rock, David era un especie de Da Vinci, un hombre que llevaba tanto sus intereses como sus personalidades al extremo y destacaba en cada una de sus aventuras.

Estás además le formaron muy concienzudas opiniones sobre la religión, la espiritualidad, el amor, la sexualidad y la tecnología. Y muchas de ellas resultan más actuales y relevantes ahora, que hace 40 años, cuando las emitió.

Definir y abordar entonces la vida y carrera de un ícono de la cultura pop fue una tarea titánica que el realizador Brett Morgen hizo con honores en Moonage Daydream. Como sí el mismo Bowie le hubiera dictado lo que quería comunicar a la gente, en distintos momentos de su carrera y de su vida.

Morgen a través de miles de horas de material de archivo y con el apoyo de los herederos del artista, logra armar un experiencia inmersiva, reflexiva y espiritual. Que resulta impresionante visual y auditivamente, pero no deja de ser un viaje intimo a través del cosmos, la mente y las pasiones de David Bowie. Donde compartimos momentos en el tiempo de su viaje, la evolución de su pensamiento y sus reflexiones sobre el éxito, la soledad, la fama, el proceso creativo y muchas cosas más, en un poco menos de 3 horas.

Por el lado musical, Moonage Day Dream reuné un poco más de 40 temas de Bowie, como Space Oddity, Heroes, Move on, Let’s Dance y Starman, como vehículos y complementos de su viaje.

Es acertada la elección del título del filme, haciendo referencia al tema homónimo del álbum “The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars”. Que en su momento introducía a Ziggy Stardust, una de las personalidades más destacadas de Bowie, un extraterrestre bisexual, andrógino, que se convierte en estrella de rock. Pero esta vez presentando al cantante, que cuando decidió ser normal, se convirtió en una estrella de rock.

Moonage Daydream es una pieza audiovisual extraordinaria, que deja los sentimientos a flor de piel y tiene un consejo, un reflexión o una experiencia para cada quien. Se aleja de los cánones establecidos en el documental tradicional, pero no deja de guiarnos para entender el porque del fenómeno, el personaje, la música, la filosofía y el humano que era Bowie.

Una obra maestra que abre camino a una nueva forma de contar historias y que se tiene que revisitar una vez que nos repongamos del shock inicial.

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