Lo carismático no inhibe lo asesino

Ted Bundy, el homicida más sensual y mediático de la historia

Por Javier Gutiérrez Ruvalcaba 

Los Estados Unidos tienen una fascinación enfermiza por Theodore Robert Cowell Bundy, más conocido por Ted Bundy, y la industria cinematográfica lo ha sabido aprovechar con creces.

El asesino serial más mediático de la historia ha dado nuevamente de que hablar con la aparición en el catálogo de Netflix de una película más sobre el sanguinario seductor, No Man of God (2021), que es una de las más vistas sobre criminales dementes reales y que, de nueva cuenta, glorifica el proceder del homicida confeso (según él únicamente una treintena mujeres y no casi el centenar que se le achacaba a finales de los setenta).

El 24 de noviembre de 1946 nació en Vermont, Estados Unidos uno de los más renombrados homicidas en serie de nuestros vecinos del norte.

Durante su traumática infancia vivió rodeado de violencia, generada por un abuelo, que fungió como padre, aficionado a la pornografía, que miraba teniendo a Ted a su lado y al maltrato animal recurrente.

Paradójicamente, en su juventud y parte de adultez fue un ciudadano ejemplar que parecía no haber sido afectado por el entorno de su niñez.

Fue condecorado por la policía por un acto heroico (salvar de morir ahogado a un niño), realizaba cotidianamente actividades comunitarias, fue un alumno brillante, realizando estudios en psicología y derecho.

Pese a ello, no lograba integrarse en su totalidad a la sociedad, pero sin ser quebrantar las normas.

El problema se dio cuando inició su vida sexual, donde se mostraba cada vez más y más violento.

Del sadismo «in crescendo» pasó al asesinato.

Tenía como fantasía sexual a las colegialas de clase media y cabello largo, liso y negro, muy similares a un ex amor malogrado.

Su «modus operandi” siempre fue el mismo, merodear los campus universitarios o cerca de supermercados a plena luz del día y cuando escogía a su presa, simulando una lesión en el brazo que, presuntamente, le impedía ingresar cómodamente a su automóvil.

Cuando la joven estaba muy cerca del auto para terminar el auxilio era golpeada en la cabeza con una barra metálica e ingresada violentamente a su interior.

La llevaba a un paraje solitario, la asesinaba y realizaba como ritual actividades necrofílicas.

Sus fechorías abarcaron los estados de Oregon, Utah, Colorado y Florida.

Su primera detención fue por una falta de tránsito y al encontrarle material que lo incriminaba y presuntamente lo vinculaba con las víctimas fatales fue puesto en prisión en espera de juicio.

Huyó y fue aprendido de nueva cuenta y volvió a fugarse.

En esos lapsos, lejos de intentar pasar desapercibido, aumento su sed de sangre hasta que en una Fraternidad de la Universidad Estatal de Florida cometió asesinato múltiple con sus típicas felonías.

Siguiendo, todavía, con un par de víctimas más, una de ellas una pequeña de 12 años.

Fue su propio abogado, logrando alargar su proceso y en cuanto fueron mediatizados sus crímenes, una legión de chicas lo convirtió en figura de culto, según por su gran sensualidad.

En 1980 fue condenado a la silla eléctrica, siendo ejecutado el 24 de enero de 1989.

Ya en 2019 el gigante del “streaming” lo puso en boga de nueva cuenta con una serie propia, Conversations with a Killer, y una cinta independiente, Extremely Wicked, Shockingly Evil and Vile, triunfadora en el Sundance Film Festival que revivió la Bundymania, y encumbró al agresor sexual más carismático de la era moderna.

La primera cinta que dio cuenta de los episodios psicóticos del condenado a la silla eléctrica fue The Deliberate Stranger estrenada en 1986.

Después prosiguieron Ted Bundy, del 2002; The Stranger Beside Me, del 2003; The River Man, del 2004; Bundy: A Legacy of Evil, del 2008, hasta llegar a las que hasta el inicio de la pandemia existían.

Con pocos meses de diferencia, antes del anterior filme, Netflix lanzó su documental, en 4 episodios, que retrató a un Bundy hermoso y diabólico.

Por último, salieron la serie Ted Bundy: Falling for a Killier, del 2020; Ted Bundy: American Boogeyman, del 2021, para finalizar con Ted Bundy: The survivors, del 2022.

Autor

  • Javier Gutiérrez Ruvalcaba

    Javier Gutiérrez Ruvalcaba Amante del buen comer, bibliófilo, cinéfilo, melómano y futbolero. Realizó estudios en Etnología y Letras Hispánicas. Se ha desempeñado como periodista cultural por más de treinta años, colaborando en varios medios, como Jueves de Excélsior, Revista de Revistas, Novedades, El Universal, El Financiero, Congresistas, Soft Magazine, Neotraba, entre otros. Ha sido editor, promotor cultural, funcionario público y asesor parlamentario. Redes sociales Facebook: Javier Gutiérrez Ruvalcaba Instagram: @javiergutierrezruvalcaba

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