Literatura Deliciosa

Por Óscar Fernández

“Creo que actualmente la cocina es el último reducto que el mundo civilizado nos ha dejado para ejercer la generosidad”

                                                                                          Laura Esquivel

Su obra es un realismo mágico lleno de sabores, un recetario con drama; Laura Esquivel nos hace entrar en la cocina juntando el sazón y el sentimiento, pues cocinar es un arte que también puede transmitir emociones y energía a los comensales. Detrás de cada platillo que nos comemos hay unas manos que ejecutan lo que nos vamos a llevar a la boca al tiempo que piensan en cosas, imaginan sus sueños, transforman la materia prima en sabores, y aun podemos ir más allá.

Con su celebre obra “Como agua para chocolate” la escritora nos transporta a la época de la Revolución Mexicana, justamente en Piedras Negras, Coahuila, lugar en el que se vivieron de manera muy distinta los sucesos que marcaron a un país lleno de sabores y olores, con una frontera tan exquisita que el paladar enamoraba al extranjero.

Tita, la protagonista, nace en la cocina, entre los olores de una sopa de fideos, el tomillo, el laurel y el cilantro; la leche hervida, ajos, y también cebolla. Había venido al mundo para cocinar, pero también para amar en silencio, la menor de las tres hermanas estaba condenada a cuidar a su madre hasta que muriera, no podía casarse, no podía hacer su vida, miraba el mundo pasar desde la cocina donde le podía contagiar sus ilusiones y decepciones a los alimentos que preparaba, los que curiosamente transmitían a los comensales ese desbordamiento de la cocinera. 

“La vida sería mucho más agradable si uno pudiera llevarse donde quiera que fuera, los sabores y olores de la casa materna”

El día más triste de su vida fue cuando Pedro, el amor de su vida se casa con su hermana mayor para estar cerca de ella, Tita humillada tuvo que preparar la comida del banquete para su hermana y el amor de su vida, no hubo comensal que al participar de aquel festín pudiera contener las lágrimas, pues la tristeza de Tita estaba expresada en esos alimentos y en el estómago de los asistentes a la fiesta.

Laura Esquivel tiene una madera única de comunicar al lector la rabia, haciéndole sentir hambre, y después le consuela con una deliciosa receta. La historia es tan desalentadora como deliciosa, Tita sigue cocinando en distintas situaciones y tiene ese don de comunicar con una fuerza sobrehumana su sentir a quienes devoran a bocados sus platillos llenos de sabor y sentimiento, el personaje tiene destrezas culinarias muy de la época, y más elaboradas, pues nos da detalle de casa sensación y olor.

Con el tiempo, tita se libra de la madre, quien en muerte se le aparece para seguirla reprochando, por el contrario, el castigo de su hermana mayor que tomó por esposo a Pedro muere por alguna afección del estómago, flatulencias y mal aliento. Aquí es donde la autora no pierde el hilo conductor de que los sentimientos más profundos están en el estómago y no en el corazón.

El libro se llama “Como agua para chocolate” porque la expresión significa estar hirviendo, y refiere a Tita, quien estaba furiosa, hervía de rabia y se sentía tan mal y enojada con su hermana Rosaura por haberle robado al amor de su vida.

En este libro de Laura Esquivel podremos encontrar una gran historia de una familia de mujeres, donde las nanas, la madre y tres hermanas nos cuentan su óptica de la época y la revolución. Está la mujer que tiene todo, pero vive condenada a ser infeliz por usurpar un lugar que no le corresponde, Rosaura, la hermana mayor, después Gertrudis, quien se va de la casa y se vuelve una revolucionaria, se casa con un hombre que está implicado en el movimiento, y para finalizar con la sensible Tita, que en la cocina espera a que el amor de su vida regrese por ella y solo un milagro lo puede traer de vuelta, mientras tanto Tita seguirá contándole a todos su sentir mediante la preparación de los alimentos.

Laura Esquivel ha hecho grandes obras como Malinche, El Diario de Tita, Intimas Suculencias y muchas otras novelas. Pero en “Como agua para chocolate” podemos encontrar recetas como: Tortitas de navidad, champandongo con mole dulce, codornices en pétalos de rosa, torrejas de natas, y muchas otras cosas más que no solo te harán llorar, sino que se te haga agua la boca.

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