Gay Telsea es un periodista norteamericano miembro del género denominado Nuevo Periodismo, estilo dado a conocer por el legendario Truman Capote, que básicamente consiste en imprimirle pasión y sorpresa a la crónica periodística, que para los más puristas, no es un buen ingrediente para obtener la anhelada (casi utópica) objetividad.
Cuando le conocí, yo estudiaba periodismo en la Universidad Complutense de Madrid. Telsea, dió una clase magistral en el auditorio de la Facultad de Ciencias de la Información y en ella aprendí que el primer paso para ser un buen reportero, es nunca escuchar el NO por respuesta, pues será lo primero que te digan cuando quieras entrevistar a alguien, entrar a un lugar, investigar algo nuevo y en general en todo en la vida: siempre la primer respuesta es “no”.
Por eso cuando emprendes alguna nueva aventura, hay que saber que el “no ya lo tienes”, y que la verdadera lucha va por obtener el “sí”.
En esa ocasión compré un libro que quería que me firmara. Al terminar la charla dijeron por el altavoz que NO firmaría libros. Yo me acerqué curiosa al escenario con mi libro y le dije: “Ya dijeron que NO, pero no me voy a ir sin intentar”. El hombre con aspecto gangsteril de sombrero de los cuarenta y corbata delgada, sonrió, tomó mi libro y lo firmó. Esto desató un tremendo desorden, todos se formaron en una larguísima fila que superaba las 100 personas para pedirle su autógrafo. Yo salí huyendo con el objetivo cumplido y una vivencia inolvidable.
Esta introducción anecdótica, se la comparto querido #Softer, para contarle, que tiempo después en un aeropuerto me encontré con un libro peculiar “El Motel Voyeur” y el autor es precisamente Gay Telsea. La historia de este fascinante libro, es la interpretación del periodista, del diario del dueño de un motel. Este sujeto, además de empresario, era un voyeur, es decir un hombre que observaba secretamente los momentos de intimidad de sus clientes en el motel. Lo que me resultó más interesante es que este voyeur, tomó nota de todas sus observaciones sistemáticamente, casi como un antropólogo social.
Telsea enriqueció este texto con reportes sobre los encuentros con este peculiar hombre a quien observó varias décadas.
Entre sus descubrimientos más interesantes revelados en este libro resaltaría la escabrosa idea de que los moteles son espacios en los que las personas revelan sus secretos más oscuros. Los lugares en los que desahoga sus deseos que muchas veces sólo ellos conocen. Lugares a los que acuden solitarios y maleantes. Enamorados apasionados e insatisfechos. Infieles, aventureros, forasteros, suicidas y viajeros.
¡Qué interesante puede ser un motel para entender realmente al ser humano!
Les recomiendo leer el libro y a aquellos que gustan de investigar o escribir, les aseguro que se pueden encontrar en los temas más originales y los informantes más extravagantes, las mejores historias.
