No vamos a resolver los problemas, vamos a crear consciencia al sumergirnos en ellos. La filosofía no resuelve las dudas, las amplía, pues la misma vida sigue siendo una incógnita, y aunque la ciencia ha despejado gran parte de nuestros conocimientos, la filosofía nos hace reparar en aquellas reflexiones que se repiten de una generación a otra y siguen sin tener una respuesta.

San Sebastián vio nacer al célebre filosofo que ha incursionado en diferentes estilos de una manera muy suya. Ilustrado y vitalista, incisivo cuando navega a contracorriente. Ha escrito libros, novelas, obras de teatro, dado clases de filosofía y ha colaborado en diversos periódicos, pero su pasión es leer. También una satisfacción inmediata es el periodismo, pues la rapidez con la que se llega al lector es inigualable.
Crecer en una dictadura le ha hecho ser un manifestante rebelde, ciudadano comprometido que desde joven creó consciencia por las normas de convivencia y los gobiernos que desde el poder podía manipular a los que no se cuestionaban la vida. Critico de líderes que aprovechan el discurso para culpar a la humanidad de las guerras y las desgracias, con un fin, solo manipularnos para que cambiemos de vida y dejemos nuestros pensamientos de lado.
No tenerle miedo a las ideas es la única manera de hacer cambios culturales importantes, Savater crítica a quienes juzgan y cancelan el pasado utilizando una descalificación y haciendo temas prohibidos a quienes fueron parte de nuestra historia y se les juzga como si vivieran en nuestros tiempos, eso es un retroceso y no deja ver los avances que tenemos como sociedad.
Sostiene que la historia no se aborde como algo sentimental o lleno de prejuicios, simplemente hay que aprender de ella para comprender nuestro presente. Ser culto es saber que el mundo no empieza con uno, hay que convivir con lo que cargamos de nuestro pasado. En lo único que nos parecemos con los hombres de antes es que las emociones básicas como el amor, el odio, la compasión, las injusticias y la ira. Y aunque hay muchos avances tecnológicos, las verdaderas emociones siguen siendo primitivas, así como las necesidades.
Influenciado por el padre del Nihilismo, Spinoza, y filósofos clásicos, nos acerca a las similitudes que tenemos con aquellos que vivieron antes en el planeta, con formas distintas pero fondos similares, nuestra sociedad que corre a pasos agigantados dejando las preguntas medulares sin respuestas.
Con la ética nos habla de un punto de vista con el fin de vivir mejor, no para dar gusto a nadie, saber lo que queremos, sin esperar un premio en el cielo, o el qué dirán de nosotros. La ética nos hace cómplices con la humanidad, la ética es reflexionar para saber que vamos a hacer, nos recuerda que no somos automáticos y podemos tomar buenas decisiones con libertad.
No hemos elegido el mundo, pero podemos elegir según las circunstancias lo que es mejor para nosotros. Hay circunstancias genéticas, políticas, culturales y a veces no podemos elegir o es muy difícil cambiar, somos libres en un mundo de limitaciones. La ética es un lujo, una reflexión, es hacer lo correcto sin esperar el premio, aunque el premio es la felicidad.
La filosofía no es la solución, es enraizar en el problema y encontrarnos en ese camino de constante búsqueda. Este es Fernando Savater, el filósofo que nos propone elegir bien.