El 9 de febrero de 1981 la revista Time publicó en su portada a la joven modelo y actriz de 15 años Brooke Shields. La icónica portada muestra un retrato de cerca de Brooke con el título “The 80’s Look” (El look de los 80).
La portada resultaba profética. En un tiempo en que ser famoso no era tan fácil todo mundo sabía quien era Brooke Shields. Ya sea por su participación en la película La Laguna Azul (1980), por sus apariciones en la prensa con figuras como Michael Jackson y George Michael o por su trabajo de modelo para marcas como Calvin Klein.
De alguna forma el conservadurismo de la era Reagan la adoptó como simbolo, ante su declarada y pública virginidad. Aunque la controversia la había seguido por algunos de sus papeles en el cine.
Brooke había interpretado a la edad de 12 años a una prostituta infantil en el filme Pretty Baby (1978) de Louis Malle. La película contaba la historia de un fotografo (Keith Carradine) que se enamora de la hija de una prostituta de un burdel (Susan Sarandon). En una de las varias escenas controversiales de las película, Violet (Brooke) es iniciada en el negocio, cuando la matrona del lugar subasta su virginidad.
Muchos sucesos como estos son analizados por la actriz y la cineasta Lana Wilson en el documental para televisión Pretty Babby: Brooke Shields. La película cuenta la vida de Shields como hija de padres divorciados, el manejo de su carrera desde bebé por su madre alcoholica Teri Shields y sus relaciones personales y profesionales, sobretodo durante las décadas de los 70, 80 y 90. A través de entrevistas y material de archivo.
Además de revelar detalles impactantes y poco conocidos de la vida de la actriz, el documental hace cuestionamientos interesante sobre la reducción de las mujeres y niñas a objetos por parte de la sociedad. Tomando en cuenta los peligros de la sexualización de las niñas y la traición de la confianza de los “amigos” cercanos.
Durante la mayor parte de su juventud su belleza determinó la forma en que directores, fotografos y medios la trataban. La relación con su madre, aunque no abusiva, resultaba difícil y codependiente. Y su virginidad fue motivo de agenda política y escarnio de comediantes y presentadores de televisión.
Sin embargo, el punto de vista de Lana Wilson no cae en la victimización. Teri quería Brooke a pesar de que su alcoholismo le generaba drásticos cambios de humor. Las películas de principios de su carrera son valoradas, aun teniendo en cuenta que en esta época no podrían ser realizadas.
Y sobretodo Brooke Shields cuenta los momentos en que tiene que salir adelante, superando relaciones abusivas, abuso sexual, el ataque de los medios y la depresión postparto.
Tal vez dos cuestionamientos se le pueden hacer a la película. A pesar de la apertura en la mayor parte de los acontecimientos de su vida, dos cosas llaman la atención. En un época post MeToo, Lana y Brooke se guardan el nombre de un hombre que abusa de Brooke en su juventud. Y la nula mención sobre el impacto de la muerte del actor David Strickland, coestrella del show Suddenly Susan. En lo que puede parecer también un movimiento para evitar el sensacionalismo.
Pretty Babby: Brooke Shields cuenta con entrevistas de Brooke Shields, Drew Barrymore, Laura Linney, Alexandra Wentworth, Isobel Coleman, Lionel Richie y los especialistas Scaachi Koul, Meenakshi Durham, Gavin de Becker, Deborah Tolman, Gregory Butler, Jean Kilbourne y muchos más.
Como parte de la cultura pop, vale la pena echarle un vistazo a este documental para conocer más sobre el pensamiento, la carrera y la vida de Shields en la plataforma Star+.
