El arte popular de las comunidades del Alto Balsas en Guerrero, plasman en sus lienzos vegetales la tradición y historia de sus pueblos.
Por Cecilia Pineda
Un papel grueso, texturizado y con patrones visuales que evocan la corteza de los árboles, es el lienzo para los modernos tlacuilos (el que escribe pintando), los escribas de la cotidianeidad en los pueblos del Alto Balsas de Guerrero, nos comparten sus tradiciones, cultura, bodas, un momento en el llano junto al ganado, o un tope de gallos en el jardín de alguna casa de esas localidades.
Estas piezas de arte popular mexicano tiene una tradición antigua, desde tiempos prehispánicos, los tlacuilos era los encargados de retratar y documentar a través de pinturas y dibujos, lo que acontecía en sus comunidades, los tributos con los que se pagaba al imperio azteca, las leyendas sobre el origen de sus comunidades y en la época novohispana, estas figuras de narradores visuales adquirieron un importante papel, ya que, a través de sus obras pictográficas, los españoles pudieron conocer y adentrarse en el territorio, conocer a los tlatoanis de cada región y entender la forma de organización económica, y política de ese momento.
Hoy, comunidades como Xalitla, Ameyaltepec, Ahuhuepan, Ahuelican, Maxela, San Juan Tetelcingo, Tlanepantla, Tlamamacan, Analco, San Agustín Oapan, Tula y San Francisco Zumatlán, pertenecientes a los municipios de Tepecoacuilco de Trujano y Huitzuco de Figueroa, en el estado de Guerrero, han sabido conservar este antiguo oficio, sus lienzos de origen vegetal evocan tiempo antiguos, pero la pintura acrílica de colores estridentes, los personajes y cuadros que nos presentan, son un testimonio de su cultura, su vida cotidiana y pintorescas vistas que rodean sus comunidades.
Esta actividad, que permite a los artesanos, sostener a sus familias, es un arte que es transmitido de generación en generación, familias completas dedican sus días a plasmar aves, flores, fauna nativa, la feria de su pueblo o imágenes cotidianas sencillas, pero llenas de creatividad, color y detalles. Las mujeres de estas familias de artesanos, se organizan en grupos y acuden a centros turísticos para la distribución y venta de estas obras de arte popular, los formatos son muy variados, se pueden encontrar desde separadores de libros, lienzo pequeños de 10 x 15 centímetros y pliegos más grandes de 60 x 40 cm.
Originalmente estas historias se plasmaban en piezas de barro que los mismos artesanos elaboraban, pero en la década de los sesentas los artesanos decidieron plasmar sus costumbres y vivencias sobre papel amate, como antiguamente se realizaban en los códices.
Cabe mencionar, que muchas de las familias, realizan sus propios pinceles, estos incluyen materiales como el aguasol de espiga de milpa, que es relleno con pelo finito de burros, amarado con hilo o liga y reforzado con cera.
Estas pinturas se han colocado satisfactoriamente entre el gusto del público, logrando el reconocimiento tanto estatal como nacional, incluso los dibujantes han sido contratados para realizar murales en diversos estados del país y son piezas muy valoradas por los turistas extranjeros, quienes se entusiasman al llevar un cuadro que retrata a una familia típica mexicana en un publo pintoresco; este estilo se sigue conservando tanto en la alfarería como en papel amate y otras fibras vegetales como piña, hoja de plátano y otras, dada la dificultad de conseguir papel amate; así como madera y yute.
Aunque las comunidades del Alto Balsas de Guerrero se han hecho famosos por sus artesanías, lo cierto es que la cuna del trabajo en papel amate no está en el estado, sino en San Pablito Pahuatlán, estado de Puebla, de hecho desde tiempos prehispánicos fueron los pueblos otomies de esa región poblana, los fabricantes del papel amate.
Las bandas del pueblo, el día de cosecha, la caza, la pesca, las leyendas y fiestas, la vestimenta e incluso las procesiones religiosas, son momentos capturados por los artistas pictóricos, al alcance de todos, una pieza de arte popular que lleva en si mismo un pedacito del corazón del Estado de Guerrero.
