Tonana regresa a la música y a su esencia

Hacerle una entrevista a una amiga y a una persona que conozco desde hace tanto tiempo, no es difícil, sólo que uno trata de transmitir sentimientos que no aparecen en otras notas. Por lo pronto, es una felicidad que Tonana (Claudia Martínez) regrese a la música y a su esencia.

Lo hace con el sencillo “Amarus” (una palabra en latín que significa amargo), lo hace envuelta en amarillo que es otro significado del término y lo hace al lado de músicos tan exquisitos como Aarón Cruz, el gran contrabajista de México, “que tiene la virtud de la sabiduría”.

Tonana, tal como se hace en estos tiempos, irá presentando un tema por mes, hasta completar 12 de lo que será su nuevo disco.

“Para mí Amarus es el resultado de muchísimos momentos y procesos y proyectos que yo había estado trabajando en silencio o en casa o de repente con algunos músicos, pero nunca se concretaban. No pude terminar el EP con El viento. Este disco responde a todo lo que he ido recolectando y todas las ideas alrededor de la composición”, afirma.

“Hay más lugar para la composición y regreso con más seguridad. Siempre había una parte mía no tan afirmada, en estos momentos tengo varios proyectos en puerta. Ahora en esta nueva oportunidad de trabajar tema por tema, que es parte del marketing, pero para mí es algo que necesito de verdad”, agrega.

La voz de Tonana es maravillosa y no cambia con el paso de los años. “La voz es un don, no la descuido, pero tampoco tengo los grandes cuidados. No tomo hielo, no fumo, no como helado, cuido mi instrumento, pero a esta edad pienso en que para mí ha sido muy difícil vender mis proyectos. Creo que la voz es lo que más aprecio tener. Qué sucede si yo mañana tengo la empresa y el interés de todo el mundo, pero no tengo voz. Tengo una voz, me encanta la poesía, ahí es donde me enfoco y me encanta producir”, expresa.

“Llegué con Amarus al estudio de Miguel y Diego, con las emociones esquizofrénicas que me han marcado en estos años. No sólo me divorcié, tengo a mi madre con un alzhéimer muy profundo desde hace diez años y el cambio ha sido muy notable. Ha sido todo muy fuerte”, afirma.

“En Amarus hay un trabajo de mezcla muy artesanal, que lo hicimos Diego y yo. Aarón era el instrumento musical, era el centro. Es un martillo, una luz, es un abrazo, porque al final la vida es eso y mi sed por el escenario, por la música, por la voz, cada vez es más fuerte”, agrega.

Tonana es muy resiliente, es muy fuerte y muy optimista. “Por eso empiezo diciendo que nadie te robas lo que has vivido. Posibilitar caminos es que siempre tienes que ver la luz y por eso elegí el amarillo para iniciar el proyecto”, dice.

Ahora viene una canción que se llama “Cuando el río calla”, con pura voz y una percusión. Luego “Sesenyaka”, que significa cada uno y otra que se llama “Soy”, que es todo lo que te repites cuando estás mal

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