El peso completo nunca se devalúa – Parte 2 –

En los pesos pesados se han dado algunos de los boxeadores más polémicos de todos los tiempos, uno de ellos fue Mike Tyson, el neoyorkino que debutó en 1985 destronando a Evander Holyfield, a quien en una pelea en 1997 Tyson mordió la oreja y le arrancó un trozo, quedando inhabilitado y suspendido.

Evander Holyfield & Oscar F.

Los inicios de Tyson fueron complicados, ha sido herido de bala varias veces, fue jefe de una banda en uno de los barrios más castigados de Brooklyn, desde los once años era un delincuente consumado. Pero en la cárcel conoció a Bob Stewart, antiguo guante de oro, quien fue su salvación, le enseñó a canalizar toda esa violencia mediante las reglas de un deporte, el boxeo, que le cambiaría la vida.

Stewart le presentó a Tyson a Cus D´Amanto, quien llegó a ser no solo su entrenador, sino su tutor, logrando que Tyson fuera el campeón del mundo más joven. En su vida privada tuvo varios fracasos, empezando con por divorcio con Robin, mujer a la que maltrataba, con el tiempo el personaje de Tyson fue odiado por su violencia fuera del ring, su obsesión por las mujeres lo llevó a ser acusado de violación y a estar 3 años en la cárcel, también tuvo que reconocer dos hijos de dos mujeres diferentes, así como la perdida de una hija que fue encontrada muerta en su casa.

Tyson ha recibido varios reveses de la vida, pero su postura ante la prensa es la del hombre relajado que masca chicle y responde con contundencia, aunque parece ausente en ocasiones. Con un peso de 100 kilos y 1.78 de estatura Tyson el 28 de junio de 1997 iba a recuperar su título mundial de campeón de pesos pesados, en el buen camino y después de las numerosas rehabilitaciones, Tyson con una agresividad desmedida que no podía contener hizo historia cuando le mordió la oreja a su contrincante Holyfield en dos ocasiones. En la ultima el rival perdió parte del lóbulo, se detuvo la pelea y Tyson fue privado de su licencia para boxear, entonces en esa gran pelea de Las Vegas tan prometedora terminó manchado el mundo del boxeo.

Mike Tyson & Oscar F.

Evender Holyfield con 102 kilos y 1.89 de estatura está entre los campeones de pesos pesados que han forjado la historia del boxeo en el mundo, medalla de bronce en las olimpiadas y era el gran favorito, campeón reconocido en dos pesos diferentes.

Holyfield fue un profesional y con un manejo de pelea elegante, pero para su desgracia es más recordado por haber perdido la oreja ante Mike Tyson. Muchos se preguntan ¿Qué pasó con el trozo de oreja de Holyfield? Y aunque la versión más aceptada es que se extravió camino al hospital, lo único que se recuerda es como Tyson escupió aquel trozo que voló por los aires, con una trayectoria que horrorizó a los espectadores aquella noche en Nevada.

Evander Holyfield no merecía eso, pero fue aún peor, pues lejos de recibir una disculpa protagonizó un sinfín de burlas, empezando por Tyson que en sus declaraciones decía que la oreja de Holyfield sabía a culo, y después aprovechó la coartada para montar un negoció llamado “Mike Bites”, que eran gomitas con cánnabis en forma de la oreja de Holyfield.

El gran campeón Holyfield también estuvo involucrado en la pelea más brutal, así fue llamada por muchos, pues el rival era el temido Lennox Lewis, de 116 kilos y 1.96 de estatura. Lennox era imponente y aquella pelea fue tan brutal que uno de los tres jueces le dio la victoria a Holyfield, otro de ellos a Lennox, pero el tercero declaró un empate dejando otra mancha en el boxeo.

Lennox Lewis, boxeador anglo-canadiense que se convirtió en ser el primer púgil británico de todo el siglo XX en conseguir el título de campeón de pesos pesados, derrotó a Mike Tyson en el octavo round por knockout. Su imponente estatura y la manera de descargar sus puños en los rivales lo convirtieron en alguien temido, brutal, digno de respeto entre los pesos pesados.

Lennox Lewis & Oscar F

Son tan grandes como su historia, pues los pesos pesados nunca de devalúan, la afición jamás olvidará a un Muhammad Ali, o a un George Foreman, a Mike Tyson, Evander Holyfield o a Lennox Lewis, pues seguramente sin ellos la historia del boxeo hubiera sido diferente.

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