La Quimera, un filme sobre la cotidianidad italiana y el saqueó de tumbas

La realizadora italiana Alice Rohrwacher se ha forjado un nombre en la cinematografía italiana como cronista de la cotidianidad y la decadencia. En esta ocasión además añade un tema poco explorado, como el saqueo de tumbas.

La Quimera se centra en el joven inglés Arthur (Josh O’Connor), quien después de pasar un tiempo en prisión regresa a un pueblo de la Toscana, donde conoció al amor de su vida.  Aunque el joven reciente que sus amigos lo hayan abandonado al momento de su arresto se reconcilia con ellos como el zahorí del grupo.

Como zahorí, Arthur tiene la aparente habilidad de encontrar artefactos y tumbas etruscas. El grupo roba los artefactos para venderlos a un misterioso coleccionista de nombre “Espartaco”, para financiar su juerga.

Sin embargo, Arthur vive una crisis existencial al desear reunirse con Beniamina, su amor perdido. Y encuentra un pequeño consuelo al visitar a la madre de su amada, Flora. Una matriarca que vive en una casa casi en ruinas, que refleja la decadencia y el abandono de algunos sectores del pueblo. Mientras que da clases de canto a la joven Italia (Carol Duarte). Una chica extranjera, quien además de alumna realiza las labores domésticas de la casa. Mientras que las demás hijas de Flora la presionan para vender la casa y mudarse a una residencia de ancianos.

Arthur vive estancado en el pasado de su amor con Beniamina, viviendo en condiciones precarias en una casa de lámina en las inmediaciones del pueblo. Y poco a poco sufre un deterioro de salud física y mental. Curiosamente una incipiente relación con Italia podría ser lo que lo lleve a seguir adelante. La joven, que además guarda un secreto, es el retrato de la vitalidad y el posible futuro del que carece el protagonista.

Entre la realidad y la alucinación la vida de Arthur y sus amigos nos refleja la precariedad y cotidianidad de algunos sectores de la sociedad. Un grupo de marginados que quebranta la ley saqueado tumbas, pero que son solo una pequeña pieza en el mercado negro del tráfico de artefactos antiguos. 

Aunque la historia se vive con un ritmo contemplativo hace reflexión no solo de carácter social, sino también emocional. Con una ambivalencia entre la nostalgia y la idealización que nos impide seguir adelante, la quimera o creatura fantástica que perseguimos y se encuentra nuestras fantasías.

Destaca la participación de Josh O’Connor, Carol Duarte y la legendaria Isabella Rossellini como Flora.

No es un filme para todo el mundo, pero tiene elementos de reflexión interesantes que vale la pena analizar.

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit, sed do eiusmod tempor incididunt ut labore et dolore magna aliqua.