Por Javier Gutiérrez Ruvalcaba
Luego de poco más de cincuenta años que unas jugadoras aficionadas representaran a México en dos campeonatos mundiales, no reconocidos por la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA), y un antecedente desordenado de una Liga Nacional Femenil, en el 2006, por fin un 5 de diciembre del 2016 se crea una liga profesional para mujeres bien organizada, la Liga MX Femenil.
En esos días el reglamento permitía únicamente el registro de futbolistas nacionales y a partir del torneo Apertura 2021 ya se admitieron extranjeras.
Los primeros encuentros, los estadios lucían vacíos y poco a poco, las chicas fueron ganando seguidores.
En el presente los reflectores de los grandes consorcios televisivos ya las apuntan y cada semana ya se transmiten por esos medios la totalidad de cada jornada semanal.
Hoy en día ya es común encontrar entrevistas con las jugadoras, siendo varias de ellas seguidas por miles de seguidores en sus redes sociales.
Sin embargo, no faltará uno que otro macho recalcitrante que reniegue la incursión de las mujeres en el fútbol, y más ahora que recientemente se vieron frustrados al ver los malos resultados del representativo nacional mayor para su calificación a los dos máximos certámenes de su categoría, el Mundial Femenino Australia/Nueva Zelanda 2023 y los Juegos Olímpicos París 2024.
Seguramente esos detractores no vieron con buenos ojos un extenso reportaje que una prestigiosa revista financiera internacional volteara su vista, por vez primera, hacia ellas.
La edición mexicana de Forbes les dedicó, a mediados del año pasado, varias páginas que tituló «Mujeres Poderosas del Balón», que así fue descrito por sus editores: «En Forbes México, por primera vez creamos un listado de mujeres poderosas dedicado a las deportistas, directivas y empresarias que están contribuyendo al crecimiento del futbol femenil».
Las merecedoras de tal artículo fueron: Eva Espejo, directora técnica de las ‘Rayadas’ de Monterrey; Mariana Gutiérrez, directora de la Liga MX Femenil; Beatriz Ramos Villarreal, directora de comunicación e imagen en la Federación Mexicana de Futbol; Mariel Duayhe, agente de futbolistas en Cantera Latina; Mayte Martínez Vigil, nutriológa de la Selección Nacional de México; Karen Díaz, árbitro asistente; Karina Montalban, directora de marketing deportivo en Nike; Alejandra de la Vega, propietaria del Futbol Club Juárez; Reina Marely Flores-Martínez, gerente de torneos femeniles de la FIFA; Nelly Simón, directora deportiva del Club Chivas Femenil; Maribel Domínguez, entrenadora de la Selección Mexicana Femenil Sub 20; Mónica Vergara, directora técnica de la Selección Nacional de México Femenil; y las jugadoras Nailea Vidrio, Kenti Robles, Charlyn Corral, Alicia Cervantes y Jana Gutiérrez.
De esta última, cabe resaltar que es una de las atletas más mediáticas, por lo que se hizo hincapié el mensaje que envió a los promotores comerciales: «Me encantaría que los patrocinadores vieran más la liga, o apostaran más por la liga femenil para que así diéramos un mejor espectáculo, y una mejor versión de nosotras».
Ciertamente, los medios de comunicación hicieron eco y subrayaron la presencia de la juvenil deportista de las llamadas Amazonas de los Tigres, de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).
Ese hecho le redituó no solo más seguidores para sus redes, sino más exposición en los medios.
Poco después de que circulara el artículo el representativo de la UANL se coronó en la Liga MX BBVA Femenil y se elevó aún más la popularidad de la joven futbolista.
No todo es miel sobre hojuelas en este deporte, se entiende que existe una brecha abismal entre lo que la liga masculina ingresa a patrocinadores, televisoras y, principalmente, para la Federación Mexicana de Futbol (FMF) y que por ello la Femenil no tenga amplio presupuesto, pero son ridículos los salarios que ellas perciben.
Esto ha obligado a varias de ellas a abandonar este deporte por no poder vivir de ello.
Un ejemplo de este maltrato salarial se pudo observar recientemente en varios medios de comunicación que revelaron que Berenice Muñoz, primera anotadora de la Liga se retiró temporalmente por el minúsculo salario que recibía en su anterior club.
La actual directora del Consejo Municipal del Deporte, en Cuautepec Hinojosa, Hidalgo reveló que, al dejar de participar en su equipo, los Gallos de Querétaro, ganaba la ridícula cantidad de ocho mil pesos mensuales, por esos días para poder seguir jugando y al mismo tiempo subsistir, mencionó que recibía ayuda de sus padres y del municipio del que es oriunda, por ser la deportista más destacada del lugar.
«Me daban dos mil pesos al mes, pero ya era algo.»
Y así la gran mayoría de estas deportistas están en dicha situación.Solo las de mayor exposición mediática, como Jana Gutiérrez Campos, salen a flote.
