¡Hola amigos/as! Bienvenid@s a este 2023, durante el cual continuamos con nuestro blog de salud, esta vez para hablar de “una de las cualidades humanas más controversiales”. Al iniciar el año solemos dejar de lado la: EXPERIENCIA DE SER COMPASIVOS. Cuando comienza un año se acumulan nuevas emociones, en el ambiente existe un brío de energía renovada, la comunidad habla continuamente de los deseos por alcanzar, se manifiestan muchas metas y se vive un deseo exacerbado por crear nuevas realidades. Todo lo anterior impulsa al ser humano a activarse, sin embargo, mucho de este sentir puede saturar e incluso llevar a sensaciones de desesperanza y frustración.
Generalmente, antes de los cierres de ciclos, la introspección es mucho más profunda, las preguntas existenciales pueden desbordar y la autocrítica genera muchos cuestionamientos sobre el desempeño, los deberes, entre otros… es entonces cuando la sensación de dolor puede aflorar, por lo que la empatía, generosidad y compasión salen a flote como una forma de sanar.
Pero, ¿qué es la compasión? El diccionario Oxford Language lo define como: “El sentimiento de tristeza que produce el ver padecer a alguien y que impulsa a aliviar su dolor o sufrimiento para remediarlo o evitarlo”. Sin embargo, hoy, lector, te invito a renombrar este término y a verlo como “un acto de empatía, amor y cordialidad entre los seres humanos”.
El cierre de año –durante las fiestas y vacaciones decembrinas– está lleno de reuniones familiares, con amigos y seres muy queridos. Además, es en este tiempo cuando se disfruta de ratos de no hacer nada y sólo experimentar, indagar, incursionar, crear. Hoy quiero hacer hincapié en el terreno de los valores humanos con los que se cierra un ciclo anual y se inicia el año, “apostando por la compasión y generosidad”.
Según textos elaborados desde la ciencia por la oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, la compasión “la bondad es crucial para mantener y construir relaciones sociales y desarrollar conciencia social. Aunque la compasión está estrechamente relacionada con la empatía (sentir por otro), la compasión es el deseo de actuar para evitar el sufrimiento de otras personas cuando se enfrentan a él”. En este texto hay diversas palabras cuyo origen data de tiempos ancestrales, sin embargo, su influencia judeocristiana provoca que se piensen en términos religiosos, entre ellas: BONDAD, CONCIENCIA, SUFRIMIENTO. Sin embargo, que tal si leemos entre líneas y sugerimos nuevos significados para la palabra COMPASIÓN, esto desde un acto de conciencia propia que invite a la generosidad. Es por eso que la re nombraré como: “El acto de percibir y compenetrar en la situación de vida compleja de otro ser, invitando a la acción de realizar actos generosos que alivien, reduzcan o eliminen el pesar”.
¿Pero por qué el sentimiento de compasión se experimenta en el periodo invernal del hemisferio norte? Hay una rama de la ciencia que estudia cómo los cambios estacionales afectan en el ámbito personal. Fue Wilhelm Reich, gran investigador de la psique humana y contemporáneo de Freud, quien explicó que los procesos climatológicos guardan una estrecha relación con los procesos personales. El invierno, de acuerdo con varios estudios, es un periodo de descenso y de descanso de vida, así como de densidad sentimental. Muchos procesos internos se llevan a cabo en diciembre como la asimilación de lo que ha pasado y lo que se desea que suceda.
Es por eso que puede ser que al contactar y vivir más la experiencia de conciencia de estar con uno mismo, la compasión surja y se viva como un sentimiento, con el fin de aliviar el dolor o el sufrimiento para así poder remediarlo o evitarlo.
Se anhela que llegue el nuevo año, sin embargo, resulta ser un momento de profundos procesos, en los cuales se experimentan muchos movimientos emocionales personales. Es en este momento cuando aparece el ser humano “imperfecto”, por lo que invitar a vivir en compasión personal y poder fluir es el acto de generosidad con el que te sugiero desde esta “sección de vida” a vivir este inicio de año. Las experiencias en los periodos de “alto total”, en los cuales cambia la rutina podrían convertirse en las herramientas perfectas para generar historias favoritas.
Lector, esas imágenes que vienen a la mente al leer este texto pueden ser incómodas, pero son la historia de esas pausas en la vida que se convirtieron en un gozo al resolverlas, aunque en un inicio se experimentaran con enojo, tristeza o molestia. Si invitamos a la gratitud y a la empatía pueden los factores positivos pueden crecer exponencialmente.
Estoy segura de que la lectura y la información de este artículo valdrá muchísimo la pena para hacer “clicks” con los propósitos del nuevo año: fluye, con cuidado, sin prisa, para brindar lo mejor de ti en la idea del tiempo libre en vacaciones. Toma tu bebida favorita, relájate, saca fotos con tus ojos y guárdalas en tu maleta de viajes, invitando a la gratitud y empatía como conceptos principales.
