El escritor y cineasta Guillermo Barba vivió fascinado por la historia y leyenda de María Ignacia Rodríguez de Velasco, mejor conocida como la “Güera” Rodríguez.
La pasión de Barba por la “Güera” venía desde las aulas, adquirida por su maestro Martín Quirarte. El escritor decía que las palabras del historiador “para comprender la historia es imprescindible descubrir lo que oculta entre líneas” fueron una guía para escribir su novela. Y así narrar la vida de un personaje crucial en la historia de México que a veces ha sido olvidado o maltratado por los historiadores. O bien de la cual es difícil separar el mito de la realidad.
María Ignacia ha resurgido en el interés del colectivo en varias ocasiones en los siglos XIX, XX y XIX. Su leyenda ha inspirado varias obras artísticas, históricas y literarias. Algunas de las cuales la retratan como una especie de “Mata Hari”, una cortesana y espía que ayudó al movimiento de independencia de México. Que con su belleza cautivó al Barón Alexander Von Humboldt, Simón Bolívar y Agustín de Iturbide.
En el cine, la televisión y el teatro la “Güera” ha sido interpretada por actrices como Chantal Andere, Christian Bach, Fanny Cano y Ana Claudia Talancón.
¿Pero qué tanto de lo que se dice de ella es realidad y qué tanto es leyenda?
A pesar de ser una novela histórica, La Conspiradora, pareciera seguir la línea de la película de Felipe Cazals, La Güera Rodríguez (1978). Que inicia con unas frases de Aristóteles dichas por Fanny Cano.
“La diferencia entre poeta e historiador, no está en que uno escriba las cosas en verso y el otro en prosa. Diferencíanse en que uno dice las cosas tal como pasaron y el otro cual ojalá hubieran pasado”.
La vida de María Ignacia Rodríguez desde el punto de vista de Guillermo Barba es indispensable para la consumación de la independencia de México. Y algunos de los acontecimientos narrados en la novela parecen demasiado convenientes o licencias literarias.
Sin embargo, su historia no deja de ser fascinante. La “Güera” en su momento fue acusada de adulterio, desobediencia y conspiración. Es una realidad que era una mujer culta de clase acomodada que aportó dinero a la causa y que participaba en las tertulias, donde se hablaba de independencia para la Nueva España. Su rocé con la corte y las figuras antes mencionadas es innegable.
Humboldt en su pasó por México la habría pronunciado como la mujer más bella que jamás había visto. Y su inteligencia y pericia no se ponen en duda.
El libro con saltos de tiempo entre el Virreinato y la lucha independentista no solo narra algunos de los sucesos más conocidos de su vida: su divorcio eclesiástico, su exilio en Querétaro, sus matrimonios (los dos primeros) y su relación con la corte, entre otros. También se apoya en las versiones de María Ignacia que la describen como astuta, pícara, seductora y feminista.
El gran logro de Barba radica en que a través de los ojos de María Ignacia vemos una visión realista de la historia de México y la lucha armada por la independencia. Con todo y claroscuros de personajes como Hidalgo, Allende y Abasolo por el lado independentista. Y de los virreyes Iturrigaray, Garibay, Francisco Javier de Lizana y Beaumont, Calleja y Juan José Ruiz de Apodaca por el lado realista. De los que poco escuchamos en las lecciones de historia.
Josefa Ortiz de Domínguez y Leona Vicario tienen cabida, pero también la virreina Inés de Jáuregui y Aróstegui, esposa de Iturrigaray; la virreina María Francisca de la Gándara, esposa de Calleja y Manuela Taboada, esposa de Mariano Abasolo.
Como buen narrador de historias el autor, sin duda influenciado por su vena de cineasta, introduce la intriga, el espionaje, la pasión y el amor en su narración. Dándonos una novela muy entretenida que reivindica a una figura de la historia de México a la que no se le ha hecho justicia, y que no ha merecido a los ojos de la posteridad ni siquiera llevar en una calle su nombre.
La Conspiradora será sin duda será una parte importante del legado de Guillermo. Quién falleció el 16 de junio de 2020