Fernando Unda es un artista originario de la Ciudad de México. Tiene 33 años y en los últimos 5 dió un giro de 360º a su vida.
Estudió finanzas, trabajó para el gobierno y para un despacho contable. Su vida, aunque cómoda, poco a poco le fue pareciendo poco estimulante. Fue hasta que tuvo un accidente, que puso en riesgo su movilidad y que le confinó a una cama, que se sinceró consigo mismo y consiguió dedicar su tiempo al dibujo.
En esa revisión existencial que implicó el dolor físico y el cambio repentino de condiciones Fernando decidió dar rienda suelta a su deseo de ser artista.
Experimentó con varios soportes hasta llegar a la piel. Ahora es uno de los principales exponentes en México, del micro realismo en el tatuaje.
Con motivo de la Expo Tattoo 2022 que se realizó en el Pepsi Center en el WTC de la Ciudad de México este octubre, Fernando Unda conversó con Soft Magazine.
Kristina Velfu.- ¿Qué es para ti el tatuaje?
Fernando Unda.- Una forma de trascender. Significa mucho que la gente me permita dibujar sobre su piel. Pues en realidad cuando se vayan de este mundo, sólo se van a llevar un cambio de ropa y mi obra.
K.V.– ¿Cuánto tardas en hacer una obra?
F.U.– Aproximadamente 10 horas por el nivel de detalle con el que trabajo. Las personas me traen una referencia o una idea. Les hago un boceto y trabajo sólo una sesión por día.
Básicamente hago lo que otros tatuadores dicen “no se puede hacer tan chiquito”.
K.V. ¿Cómo llegaste al tatuaje?
F.U. Incursioné en la escultura, la artesanía, la música y el dibujo, hasta que encontré mi voz en el arte del tatuaje. He viajado por el mundo y estado en estudios importantes en Europa y aquí en México. Poco a poco he desarrollado un estilo y perfeccionado la técnica.
De hecho, hice un cambo radical de vida. De una vida “godín” a una vida creativa y ahora estoy siguiendo mi verdadera vocación. Tuve un accidente que me llevó a estar en cama. Allí hice una revisión de mi vida. En ese momento dificil me refiugié en el dibujo, una actividad que desde niño he disfrutado. Así supe que mi verdadero camino es el arte.
K.V. ¿Qué tipo de accidente?
F.U. Me inyecté equivocadamente y me lastimé el nerivio ciatico. Los médicos hablaron del riesgo de no poder volver a caminar.
Si me dieron una segunda oportinidad y logré recuperarme, ya no podía seguir haciendo algo que no me gustara del todo.
K.V. ¿Qué planes tienes ahora?
F.U. Fui invitado a trabajar como artista en un estudio en Los Ángeles, California. Estoy trabajando duro para poder hacerlo.
En sus viajes por el mundo, Fernando Unda, fue construyendo estilo, y de esa forma su expresión se enriqueció de manera que hoy por hoy, hay largas listas de personas interesadas es ser su lienzo.
Unda encontró en el micro realismo la perfecta manera de poder plasmar su admiración por el detalle, el mundo que lo rodea, su pasión por las formas, los animales y las pequeñas cosas que merecen ser vistas y percibidas.
Pretende a través de su trabajo, mostrar el mundo que ha visto, expandir el universo del otro y ampliar los horizontes a manera de ritual. Así, para él, cada piel, cada lienzo es una puerta abierta para múltiples percepciones.
El micro realismo es un estilo en tendencia alrededor del mundo. Se trata de crear tatuajes de máximo 10 centímetros lo que implica desafíos en la precisión y la técnica. De hecho, es posible gracias a la constante evolución de la tecnología aplicada a las herramientas para tatuar y a la técnica Fine Line, utilizada por este artista.
Para realizar estas complejas obras y composiciones llenas de detalle es imprescindible tener dominio de líneas y sombreados, así como conocer bien la piel.
