Desde Oaxaca hasta La Habana: “Mujeres de la Isla”

México se hará presente en La Habana, este septiembre, gracias a la exposición de artes gráficas “Mujeres de la Isla”, cuya autoría es de Enrique Flores.

La propuesta será inaugurada, el día cinco, en el Taller Experimental de Gráfica de La Habana. Y es buena esa noticia porque Flores -nacido en 1963 en San Pablo Huitzo, una comunidad que pertenece a la región mixteca del Estado de Oaxaca- es todo un maestro de las Artes gráficas.
Él, por sobre todas las cosas, es artista portador de un inmenso imaginario, el cual es propio de una cultura muy arraigada, que conserva tradiciones y costumbres. 

Nadie pondría en duda que la obra de Enrique Flores se nutre de un paisaje rural que aparece todo el tiempo en sus resultados creativos.

El artista ha incursionado en diferentes disciplinas como la pintura y la gráfica -esta segunda manifestación resulta ser el lenguaje definitivo de Enrique Flores, quien recibió su formación en artes plásticas en el Taller de Rufino Tamayo y ha dedicado décadas al estudio, práctica y perfeccionamiento de las diferentes técnicas del grabado, con maestros como Atanasio García Tapia, Octavio Bajonero, y con Juan Alcázar en el taller libre de gráfica Oaxaqueña.

Un momento importante en la vida del creador fue 1988, cuando Flores adquirió su primera prensa de grabado y se dedicó a trabajar con esmero, en su propio estudio, como pintor y grabador. En 1995, fundó el Taller de Gráfica Enrique Flores, en San Pablo Huitzo -a 45 kilómetros de la ciudad de Oaxaca- Desde allí, imparte cursos, además de producir su obra y de trabajar como maestro grabador con un numeroso y creciente grupo de artistas. 

-¿Cuándo supo usted que sería artista?, preguntamos a Enrique Flores, quien accedió gentilmente a responder algunas interrogantes.
-Es un poco complicado saber el momento exacto en el que quería yo ser artista. Empecé, como todos los niños, a dibujar en los cuadernos de la escuela; y cuando estudiaba la secundaria empecé a conocer la pintura. Al llegar al bachillerato, en la ciudad de Oaxaca, me empecé a involucrar un poco más en el entorno artístico; y cuando me di cuenta, ya estaba metido en el ambiente pictórico de Oaxaca. Fue algo que se fue dando poco a poco y sin planearlo. 
-¿Cómo transcurrió su primera vida en San Pablo Huitzo y hasta dónde caló la influencia del paisaje natural en una obra liberada de tanta toxina de ciudad?
-Mi infancia transcurrió como la de cualquier niño de pueblo: con juegos, compañeros, vecinos, el ir a la escuela. Era una infancia en la que no había tecnología, solo la naturaleza presente en todo momento. Nos divertíamos jugando en el río y con la fauna local y los juegos tradicionales, con fiestas patronales, en el trabajo del campo que básicamente es la siembra de maíz, frijol, calabaza, en la que también participábamos.
-Reconozco su vocación formadora desde el Taller que coordina. ¿Qué me podría comentar al respecto?                                  
-Aprendí técnicas de gráfica y de pintura, y sigo viviendo en mi comunidad en la que, como en muchas comunidades del país, carecen de espacios culturales. Por eso hemos tomado la decisión de abrir el espacio a jóvenes de la comunidad, a jóvenes artistas y artistas profesionales, para que puedan trabajar en el taller. 
“También queremos tender puentes con talleres y artistas dentro y fuera del país”. 
-¿Cuándo supo de Cuba por primera vez?
– De Cuba he sabido desde joven. Creo que todos los latinoamericanos conocemos sobre el movimiento social de Cuba, y soñamos alguna vez, por supuesto, con conocer la Isla. En mi caso, la conocí hace 10 años y tuve la oportunidad de conocer el Taller de Gráfica Experimental de La Habana y fomentar allí un vínculo con su directora Yamilys Brito Jorge y algunos otros artistas. 
-¿Qué reconoces del arte cubano y sus diversas expresiones?
-Del arte cubano creo que todos tenemos la referencia de Wifredo Lam en la plástica; pero también en la música que ha sido muy hermanada con la mexicana, sobre todo en géneros como el danzón y el bolero -este último declarado por la UNESCO, a propuesta de ambas naciones, como patrimonio inmaterial de la humanidad-. También sé del gran movimiento de la danza; y no podemos dejar de lado a la nueva trova cubana.
-¿Por qué se afirma que existe una escuela o estilo de artes plásticas oaxaqueño?
-Oaxaca es un Estado con una riqueza cultural desde la época prehispánica, en la que tuvieron grandes expresiones la cerámica, textiles, la talla de piedra, la construcción de edificios y la gastronomía.
“Es un territorio geográficamente accidentado. Tenemos muchos microclimas; y se trata del Estado, dentro de todo México, con mayor número de grupos étnicos que conservan sus costumbres y lenguas originarias, incluyendo un asentamiento importante de afrodescendientes”.
“En el tema de las artes plásticas Oaxaca tiene presencia desde la época colonial, cómo destacó Miguel Cabrera -quien fue un pintor muy importante de arte sacro-. Después han surgido grandes artistas como Rufino Tamayo, Francisco Toledo, Rodolfo Morales, Rodolfo Nieto; y actualmente hay una producción muy importante de pintura y gráfica”. 

Sobre su presencia en el Taller de septiembre, el artista quiso dar, a través de este diálogo, sentidas gracias por “haberme invitado a esta exposición que reafirma los lazos de amistad entre México y Cuba, los cuales han sido históricos y fraternales”.

“La muestra, dijo, estará en exhibición hasta el primero de octubre, y sería muy grato que nuestro arte sea pretexto para conmemorar el 215 aniversario del inicio de la Independencia de México”. 

Firmado:
José Camilo López Valls 
La Habana, septiembre 2025.