Este año, la Bienal de La Habana celebra su 40 aniversario bajo el título Horizontes Compartidos, y la artista mexicana Victoria Molina ha sido seleccionada para participar con su obra “Estado de Incertidumbre”. Este mural colaborativo será el resultado de un proyecto profundamente significativo en el que Molina trabajará junto a una comunidad de mujeres cubanas de La Habana. A través de esta creación, la artista explora la deconstrucción de la mujer, la generación de comunidad, unidad, fuerza y colaboración, conceptos centrales de su obra.
“Estado de Incertidumbre” se compone de más de 200 círculos de papel de diferentes colores, cada uno representando una historia individual, una vivencia personal de las mujeres participantes. Lo que hace única a la obra es cómo estos círculos, vistos desde la distancia, se unen para formar el rostro de una mujer. Este recurso visual simboliza cómo cada experiencia singular contribuye a la construcción de una identidad colectiva más poderosa, demostrando que lo individual es parte fundamental de lo universal.
Molina ha descrito su mural como un “proyecto que invita a la reflexión sobre la esencia de lo femenino y su poder transformador”. El uso del círculo, que en la obra representa la energía femenina, los ciclos infinitos y la noción de comunidad, es clave en esta reflexión. Los círculos no son meros fragmentos aislados, sino indicios de una totalidad que cobra vida en la percepción del espectador, tal como señaló la maestra Fernanda Valdés: “Victoria aborda los fragmentos, no como partes aisladas o inconexas; sino como el indicio de una totalidad que se completa en la percepción de quien la observa”.
Este mural no solo plantea un diálogo abierto, sino que celebra lo inacabado y lo inestable como parte esencial del ser. La obra invita al público a reconocerse en los círculos y en la experiencia compartida, convirtiendo la percepción en un acto de creación conjunta. La interacción entre el espectador y la obra refuerza la idea de colectividad, no solo en su proceso de producción, sino en la interpretación y en la experiencia misma de contemplarla.
En el marco de Horizontes Compartidos, que celebra la interconexión entre culturas y territorios, “Estado de Incertidumbre” resuena profundamente con los temas centrales de la Bienal. La obra de Molina ofrece un poderoso testimonio sobre cómo las mujeres pueden reconstruir su identidad desde la colectividad, uniendo historias individuales para formar un todo más fuerte. Esta pieza, además, es un reflejo de los desafíos contemporáneos que enfrentan las mujeres en Cuba y en el mundo, y cómo, a través de la colaboración y la unión, emergen con más fuerza y resiliencia.
La participación de Victoria Molina en la Bienal de La Habana consolida su papel como una voz significativa en el arte contemporáneo latinoamericano, capaz de conectar lo íntimo con lo colectivo, lo personal con lo político, y de plasmar la fuerza transformadora de la energía femenina en un contexto global.