La mayoría de los teléfonos inteligentes, sobre todo los más recientes, tienen en su sistema la herramienta “Bienestar digital”, la cual, entre otras funciones, revisa tus hábitos de uso y te permite programar tu desconexión de las aplicaciones instaladas así como de sus notificaciones.
Por supuesto que el tener una función con esas capacidades es un gran logro de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), sin embargo, para que esto resulte, somos las personas quienes debemos hacer que suceda.
En lo que va del siglo XXI, los hábitos para comunicarnos han dado un giro de 180 grados en comparación con la manera en que las personas se comunicaban anteriormente. Hoy tenemos en la palma de la mano la posibilidad de llamar, mandar un mensaje o ver a alguien que se encuentre en otra colonia, ciudad, país o continente. Además, con la llegada de las redes sociales hemos establecido conexiones con personas de todas partes del mundo, lo que nos da la posibilidad de conocer a un nuevo amor, hacer grandes amigos, reencontrarnos con aquellos de quienes en algún momento de la vida nos distanciamos y hacer negocios, entre muchas otras cosas. No obstante, no todo ha sido positivo.
Popularmente se ha dicho que las TIC han acortado la distancia entre quienes se encuentran lejos y distanciado a quienes tenemos cerca.
¿Está usted de acuerdo con esta máxima popular?
La “democratización” para acceder a tecnología que anteriormente era exclusiva para sectores específicos de la sociedad –o que sólo podíamos imaginar y leer en novelas o ver en películas de ciencia ficción–, utilizada de manera equilibrada, es una herramienta que facilita nuestra vida diaria, pero el exceso en su uso podría convertirse en una distracción que consume nuestro tiempo y que nos aleja de lo que es verdaderamente importante.
De acuerdo a la UNAM, México es el cuarto país del mundo en el que sus ciudadanos pasan más tiempo en redes sociales, únicamente por debajo de Filipinas, Brasil y Argentina. En promedio, los mexicanos pasamos 4 horas al día en redes sociales; para ponerlo en perspectiva, en Japón el promedio es de 1 hora por día.
¿Ha tenido alguna reunión social con una o varias personas y en vez de platicar, cada quien se encuentra mirando su teléfono?
Esto es algo de lo más común, pero ha provocado que las personas dejen de compartir de viva voz cómo ha estado su día, cómo se siente o cuáles son sus deseos. Hay personas que se han separado de su pareja sentimental o se han molestado con sus amigos y familiares por la falta de interés en la interacción cotidiana.
Otras más que llegan a tener síntomas propios de una adicción a una sustancia, tales como ansiedad, depresión, irritabilidad, aislamiento, alejamiento de la vida real y de las relaciones familiares.
El Bienestar Digital puede comenzar en nosotros mismos, en los hábitos que nos formamos para interactuar desde los dispositivos móviles y, de esta manera, no tener la necesidad de utilizar herramientas tecnológicas para cuidar nuestros hábitos de consumo de tecnología. Parece irónico, ¿no?
Desde Silicon Valley, en diversas ocasiones, han hecho un llamado a no caer en excesos y brindan diversas recomendaciones para manejar una posible adicción a las redes y uso de dispositivos, las cuales pongo a su disposición:
- Establecer un tiempo mínimo de 15 minutos entre conexión y conexión.
- Prescindir del celular en momentos clave del día (desayuno, comida o cena).
- Deshabilitar las notificaciones automáticas.
- Poner el celular en silencio y no utilizarlo ni como reloj ni como despertador para evitar la tentación.
- Marcarse un tiempo mínimo al día para hacer actividades completamente desconectadas, como practicar deporte, leer o escuchar música.
- Reducir el número de amigos en redes sociales.
- Eliminar aplicaciones y abandonar grupos de WhatsApp prescindibles.
Dele más valor a lo importante, manténgase cerca de sus seres queridos, dedíquese tiempo, no crea todo lo que ve y lee en línea, disfrute más los momentos de desconexión de sus dispositivos y acérquese a quienes se encuentran lejos, sin distanciarse de quienes están cerca. Su Bienestar Digital depende de usted.
“Mantén la calma, sereno, siempre al mando de ti mismo. A continuación, descubre lo fácil que es llevarse bien”.
Paramahansa Yogananda