Juanita Onzaga se eleva a la tierra en «Flotando con espíritus»

La experiencia de realidad inmersiva se presentó en el marco del Día de Muertos en Proyectos Públicos para abrir el diálogo con la cosmovisión mazateca.

Al ponerte los lentes de realidad virtual la mirada de Juanita Onzaga y su pasión por los ritos mortuorios te transportarán a diferentes lugares, espacios en los que la realidad se mezcla con los de nuestros ancestros para transmitir un sentimiento que habla a través del tiempo.

Proyectos Públicos y Paula Amor presentaron en Flotando con espíritus, la obra inmersiva más reciente de la artista nacida en Colombia y que en el 2023 presentó en la Bienal de Venecia.

Marcada por su inquietud, así como su pasión por conocer otras cosmovisiones y ritos, fue que comenzó el interés por conocer los honores mortuorios alrededor de la muerte, encontrando en México, más en específico en un pueblo de Oaxaca, un escenario en el que podía encontrar aquello que faltaba en el resto del planeta.

Juanita Onzaga presentó Flotando con espíritus en Proyectos Públicos en el marco del Día de Muertos, conmemoración que la marcó desde la visión mazateca y que le permitió ver más allá para ahondar incluso en espíritus que estuvieron antes que nosotros y nuestros ancestros, a la vez que continúan vivos en nuestro tiempo.

Como una oda y sándalo al corazón, esta obra de realidad aumentada nos lleva de la mano de dos niñas que conectan con sus ancestros a partir de esta fecha tan importante en la cultura mexicana.

Una vivencia total, de 360 grados, con una ambientación sonora mezclara por sonidos diegéticos de la comunidad mazateca, son lo que dan a Flotando con espíritus la posibilidad de abrir en el espíritu del espectador una ranura para hablar con sus seres amados.

¿Cuál fue tu primera aproximación al Día de Muertos para realizar Flotando con espíritus?

Fue como en el 2017 más o menos. Había acabado de rodar Nuestro canto a la guerra, un corto de docuficción sobre un ritual afrocolombiano para los muertos en Colombia.

A raíz de esto empecé a investigar distintos ritos sobre la muerte alrededor del mundo porque me interesa mucho la presencia de los adolescentes en estos ritos ya que crean un campo entre la imaginación, lo mágico y lo real, donde no hay realmente una división.

Eso era un poco lo que había hecho en mi segundo corto y a raíz de esta investigación hablé con amigos de todo el mundo. Al principio la idea fue hacer una serie documental empezando por México, Indonesia, Ghana y demás, con la intención de que fuera un proyecto entre amigos, pero con el tiempo dije: “Bueno, igual que no me siento tan cercana de hablar de la cultura de Ghana o Indonesia”.

En México sentía un tipo de espejo a algo que ya vivía dentro de mí y mi familia para con los muertos. Eso es lo que me trajo a empezar de verdad. Ya no solo era una investigación como de los hechos, la historia o la tradición, sino realmente qué es lo que sucede en ese espacio y tiempo para que se abra un portal y que vengan los muertos. Empecé a investigar desde lo sensorial las historias y lo emocional y ahí empezamos la locura de Flotando con espíritus.

¿Es por el espíritu latinoamericano esta aproximación que sentías con México?

Digamos que me gusta pensar que hay lugares en el planeta que tienen los ritos qué otros lugares necesitan. La investigación de lo ritual nos hizo decir: “Este rito que tienen allá es lo que realmente necesitamos acá para ser conscientes de nuestra relación con la muerte”.

Por la guerra en Colombia, la muerte se volvió algo tan tomado a la ligera y súper normalizada que siento que no hay un espacio para abordar la muerte desde lo ritual. Personalmente eso es algo que me ha movido desde el principio que empecé a escribir y dirigir.

Luego empiezas a hablar con un montón de gente y ves que necesitamos poder hablarle a nuestros muertos porque están acá, entonces al empezar a investigar el Día de Muertos mazateco me di cuenta que no solo yo necesito esto, siento que es recordar que los muertos están con nosotros y que tenemos un tiempo en el año en el que algo muy misterioso sucede a nivel energético.

A mi consideración se rompe esta línea de la vida y la muerte y se abre un tiempo circular. Creo que me interesaba más cómo estos ritos forman parte del día a día de la cotidianidad en la construcción de estos ritos y cómo los habitantes lo llevan a cabo con lo que tienen a la mano los diferentes pueblos.

¿Para alejarte de ese aspecto capitalista que se manejan en las grandes ciudades y el Halloween fue que buscaste este pueblo en Oaxaca? ¿Por qué abordar esta parte de los espíritus que estuvieron antes de nosotros, como es el caso de la naturaleza?

Justo es la intención de ir a la raíz y de un índice de lo que queda de los ritos precoloniales. En este lugar realmente se han preservado muchos ritos, no solamente el Día de Muertos, pero también una cosa que tienen es su cosmogonía y su manera de dialogar con el cosmos y con la Tierra, que al mismo tiempo tiene muchos sincretismos.

Justo por eso hay una esencia en la que no se puede decir “esto viene de antes de la colonia” y así sucesivamente. Hay una esencia que uno siente que ha trascendido desde muchos años atrás, entonces esa era la esencia.

Más allá de investigar para un proyecto era aprender, el ir a un lugar para aprender de las personas que están conectadas con saberes ancestrales y comprender su forma de ver al mundo. Yo soy un estudiante de la vida y me gusta filosofar, pero al final lo único que quiero es aprender de su conocimiento. Esto fue lo que nos llevó también a colaborar con las familias.

Con esta investigación se abre la posibilidad de entrar en diálogo con el hecho de que sus ritos y prácticas ahondan con sus diferentes espíritus ancestrales, y que por ende son ritos que permiten conectar con tanto ancestros recientes como más antiguos.

¿Cómo definirías Flotando con espíritus?

Es un ritual entre mundos que abre portales para reconectar no solamente con nuestros muertos, sino con nuestros ancestros desde la cotidianidad y los mundos de dos niñas de la comunidad mazateca.

Es poder sembrar una semilla dentro de nosotros para conocer la relación con los espacios naturales y ver al Día de Muertos como algo personal, emocional y del conocimiento de la Tierra.

¿Usarás la realidad inmersiva en tus próximos proyectos?

Por ahora siento que no necesariamente realidad virtual. En este momento estoy en producción de mi primera película, una ficción súper grande.

Al mismo tiempo estoy trabajando con instalaciones que juegan con el sonido en el espacio y la materialidad. Después de haber estado un buen tiempo en la tecnológico, me volví al mundo físico porque hay que tener un polo a tierra después de trabajar con tecnología.

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