Jon Fosse, el Nobel que no usa puntos

El jueves 5 de octubre se entregó el premio Nobel de Literatura 2023. El  más distinguido y codiciado en el mundo literario. Este año el Nobel fue concedido al dramaturgo noruego Jon Fosse. Un escritor que lleva una vida casi ascética e incluso aburrida para algunos de su colegas.

“Vivo como un niño. Me acuesto temprano y me levanto temprano”. Para poder escribir entre las cinco y las nueve de la mañana. Habría comentado el autor en una entrevista al diario danés Kristeligt Dagblad en 2019 al periodista Daniel Øhrstrom. 

Entre la prolífica obra de Fosse que abarca novela, cuentos, libros infantiles, ensayos, poesía y teatro este última fue la que más influyo para la distinción del Nobel “por sus innovadoras obras de teatro y prosa, que dan voz a lo indecible”.

“Estoy abrumado y agradecido. Lo veo como un premio a la literatura que ante todo aspira a ser literatura, sin otras consideraciones” dijo Fosse en un comunicado por su editorial, Samlaget. 

Nacido el 29 de septiembre de 1959, el autor de 64 años ha escrito más de 55 obras de teatro, traducidas a más de 40 idiomas. Aunque buena parte de su obra literaria y poética no se encuentra en español. La distinción del Nobel cambiará eso en un futuro cercano. 

En su estilo de escritura se distingue por no usar puntos, solo comas “solía trabajar con frases largas, pero ahora no hay ni un solo punto. Todo es movimiento”. “Siempre escribo sobre cosas que sé, pero nunca escribo sobre mi” habría comentado a Øhrstrom. “Todo es poesía”, porque “la poesía da un tipo de dimensión espiritual”.

Su vida ascetica y espiritual es resultado de su batalla contra el alcoholismo. Lo que lo llevó a su cambio de ateo a agnostico y ahora a cuaquero. “Hay cosas que están inspiradas en Tomás de Aquino (sobre su obra), quien escribió que los dogmas no existían por amor a Dios, sino por amor a los hombres. Otro teólogo decía que la vida es un sueño del que sólo se despierta cuando se muere. No recuerdo quién dijo eso. Tal vez fui yo”. 

Jon Fosse no es extraño a los reconocimientos. En 2007 recibió la Orden Nacional al Mérito en Francia, que le concedió el título de caballero; The Daily Telegraph lo clasificó en el lugar 83 en la lista de los 100 mejores genios vivos.  Y en 2011 el estado noruego le concedió el Grotten, una residencia honoraria propiedad del país en las instalaciones del Palacio Real, en el centro de Oslo. Un honor especial otorgado por el rey de Noruega, por sus contribuciones al arte y la cultura de Noruega. 

Es curioso que el autor noruego haya comenzado su obra teatral a mediados de los noventa. Más de 10 años después de publicar su primera y celebre novela Raudt, sart (Red, Black/1983).

Según la Academia Sueca “La condición humana es el tema central de la obra de Fosse, independientemente del género”. Que retrata una Noruega rural, en zonas heladas de un país dividido por islas.

Al ser un autor poco conocido por el lector de a pie el Nobel, como en otra ocasiones, nos llevará a muchos a conocer una obra que muestra otras realidades, pero que en esencia habla de la condición humana, que lidia con la ansiedad, la religión, la identidad, el arte, la vida familiar, el paso del tiempo he incluso el suicidio.

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