Después de más de 5 años de ausencia, el llamado maestro de la acción, John Woo regresa a la pantalla grande con Venganza Silenciosa (Silent Night). Un filme de acción con algunas buenas cualidades y unas decisiones muy discutibles.
El director, de origen chino, cobró relevancia en el cine internacional gracias a sus películas de acción protagonizadas por Chow Yun-Fat, en las décadas de los ochenta y los noventa. Y aunque ha dirigido varias películas en América. Probablemente solo Face/Off (1997) ha alcanzado la categoría de clásico.
El filme es protagonizado por Joel Kinnaman, protagonista de la serie de Apple TV+, For All Mankind. Quien también incursiona en esta ocasión en la producción.
Venganza Silenciosa se vendió con la premisa de ser un filme al estilo John Wick con aires navideños. Una película llena de acción ultraviolenta y un sentido de justicia emocional. ¿Pero realmente cumple con lo que promete?
La trama cuenta la historia de un hombre, Brian Godlock, quien busca vengar la muerte de su hijo pequeño. Que ocurrió en las festividades navideñas, durante un enfrentamiento de pandillas en el área de Los Ángeles. Adicionalmente Brian recibe una bala en la garganta que le impide hablar.
La parte interesante del filme es que es prácticamente silente, salvo por algunas líneas de vez en cuando. Su esposa, interpretada por la colombiana Catalina Sandino Moreno, se comunica con él a través de mensajes de texto. Y con la violencia y escenas de acción las palabras son reducidas a cero.
Una vez pasada la etapa de luto y de alcoholismo, Brian decide vengarse de la pandilla responsable de la muerte de su hijo. Esta es otra de las partes fuertes del filme. Woo le da realidad a la preparación de un hombre que no tiene un entrenamiento militar, que seguramente nunca antes había portado un arma. Y ya no decir asesinado a una persona. Durante meses verá tutoriales de youtube, irá al campo de tiro y vigila las actividades del pandilla. Planenado su golpe en las festividades del siguiente año.
Lo que lleva a que las escenas de acción reflejen una realidad, donde a diferencia de John Wick, que convierte el matar en un arte, Brian parece lo que es, un hombre común y corriente con un propósito que podría resultar absurdo.
Aunque las escenas de acción son divertidas, por momentos se arrastran demasiado y el tiempo de preparación parece lento. Los personajes secundarios, incluyendo el de la esposa no tienen realmente profundidad emocional, están conveniente colocados y con torpeza.
La peor cualidad del filme es su desenlace. Si bien es cierto que mucha de la acción de Woo podrían calificarse como ridícula, funciona en el contexto de otros de sus proyectos, que le han dado un estética y estilo único. Pero aquí los acontecimientos resultan torpes, mal desarrollados y cursis.
Es una lástima que este proyecto que esperábamos con ansia no pase de un entretenimiento palomero, que recuerda a las peores películas de acción de los años 80.