Graham Moore, el guionista del “El código enigma” (2014) se embarca en su primera aventura como realizador con el largometraje “El sastre de la mafia”. Un thriller con aires teatrales, sobre un hombre sastre que en los años cincuenta se ve obligado a trabajar para la mafia de Chicago y que una noche se encuentra en el lugar incorrecto en el momento equivocado.
El veterano actor, Mark Rylance, interpreta a Leonard, un sastre inglés que emigra a la ciudad de Chicago, donde algunos destacados miembros de la mafia local, no solo se visten en su negocio, sino también realizan algunas de sus actividades ilegales. Leonard con estoicismo acepta las actividades de la familia criminal local, mientras realiza su oficio y convive con su joven asistente Mable (Zoey Deuch). Quien sueña con un futuro mejor viajando por el mundo.
Una noche en que Leonard trabaja tarde en su taller, tiene que dar refugio a Richie (Dylan O’Brien), hijo del capo máximo y Francis (Johnny Flynn), mano derecha del jefe. Cuando una de sus actividades ha salido mal. Leonard tendrá que sortear el incidente para salvaguardar su integridad y la de Mable.
Este pequeño filme recuerda una obra de teatro por su minimalismo. Con un elenco pequeño que interactúa en una locación y su fotografía intimista.
El sastre de la mafia es un poco predecible en su desenlace y tal vez un poco anticlimática en sus últimos minutos. Pero destaca por el manejo de su personajes y sus diálogos.
Leonard como este artesano, en el oficio de la moda, es un especialista en el detalle y este se aplica a su ingenio en el manejo de un situación estresante. Richie y Francis parecen los estereotipados mafiosos de un film noir, pero muestran su lado humano en la convivencia con el sastre. Mientras que Simon Russell Beale se muestra como un hombre amenazante como capo de la mafia, pero a la vez como un padre preocupado. Y la relación entre Leonard y Mable que es casi como la de padre que protege y busca el bienestar de su hija, impregna las decisiones que el sastre toma durante la noche.
El sastre de la mafia añade además a la historia una misteriosa cinta de audio, cuyo contenido podría poner de cabeza no solo al mundo de la mafia local, sino la vida del sastre. Tiene múltiples giros de tuerca, casi todos muy bien realizados, que mantienen el interés en el filme, a pesar de que comienza un poco lento.
Como primer ejercicio de dirección, Graham Moore sale victorioso con un filme entretenido, que hace más con menos. Y muestra que con buenos actores y un historia interesante se puede realizar una buena película.