Es común escuchar a alguien decir que todas las personas vinimos a este mundo a cumplir con una misión, que tenemos un propósito y esa es nuestra razón de ser y estar. Sin embargo, pocas veces nos detenemos a pensar en qué es aquello que vinimos a hacer a esta vida y si esa supuesta misión nos hará felices.
Más que un destino marcado, nuestro propósito en la vida nos lo vamos forjando nosotros mismos, con nuestros sueños, metas y deseos por cumplir, persiguiendo todo aquello que, a nuestro entender, nos pueda generar felicidad.
¿Ha escuchado hablar sobre el Ikigai?
Ikigai es el nombre que se le da a la filosofía japonesa que nos hace encontrar nuestra razón de vivir, lo que le da significado a nuestra vida, nos hace sentir plenos y satisfechos con el rumbo que han tomado nuestras vidas.
Una palabra tan pequeña contiene en su interior un gran significado, pero para poder llevarlo a cabo se requiere de una compleja introspección y honestidad, que tal vez, resulte dolorosa, pero puede ponernos en el camino de tomar una decisión crucial en nuestra vida.
El Ikigai no es sinónimo de felicidad, yo lo compararía más con el equilibrio o la plenitud, ya que es el punto de encuentro entre 4 grandes facetas de nosotros mismos:
• Lo que amas
• En lo que eres bueno
• Lo que el mundo necesita (qué le puedes aportar al mundo)
• Por lo que te pueden pagar
Es ese centro del círculo de la vida en el que se conectan nuestra pasión, misión, profesión y vocación.
¿Alguna vez se ha preguntado por qué hace las cosas que hace?
Todas las personas, en diferentes momentos de nuestra existencia, tenemos sueños o metas que nos gustaría cumplir, algunas materiales, otras de experiencias unas más emocionales, en fin, metas de todo tipo que nos llevan a la acción con la finalidad de conseguirlas.
Nuestros sueños están impulsados por alguna razón, pero no siempre somos conscientes de cuál es ese motivo, y es aquí donde tenemos la oportunidad de hacer una introspección para conocer de manera consciente qué es lo que nos impulsa para levantarnos todos los días de la cama y conseguir la vida que queremos.
Saber por qué estamos trabajando tan duro, desde el origen, nos ayudará a encontrar nuestro Ikigai, y para hacerlo, le invito a que juntos hagamos esa introspección, podemos empezar respondiendo unas preguntas que el escritor Francesc Miralles recomienda como punto de partida para conocernos más profundamente:
- ¿Cuál es mi elemento? por ejemplo, reconocer si prefiere hacer cosas solo o en equipo
- ¿Con qué actividades se me pasa el tiempo volando? Es un indicador de que se trata de una pasión por desarrollar
- ¿Qué te resulta fácil hacer?
- ¿Qué te gustaba cuando eras niño?
Comencemos en este punto, recordando siempre que el Ikigai no se trata de conseguir una vida exitosa o perfecta, sino la vida plena.
“Aquel que tiene un por qué para vivir se puede enfrentar a todos los cómos».
Friedrich Nietzsche