En su 82 aniversario

“No se puede planear escribir una gran canción. Simplemente sucede. Cae en tu regazo. Es lo mismo con una mujer.”

Versátil, de voz exquisita, con estilo y personalidad, con los directos más legendarios de la historia del rock. Si Bob Dylan introdujo la poesía en el rock cuando lanzó “Highway 61Revisted”, Neil Diamond dio un paso más allá haciendo el mismo proceso de manera más popular que elitista, componiendo canciones más comprensibles para todos los oyentes.

“Es muy difícil para mi decir TE AMO, pero cantarlo es más fácil”

Sus textos son cuidados y reflexivos como la voz que los acompaña que es segura y pausada con la capacidad de crear unidad entre miles de corazones. Esas canciones nostálgicas que apelan a sentimientos comunes como es el caso de “América” donde el compositor expresa el largo viaje para tener un nuevo hogar donde se refugia la libertad que todos pueden disfrutar, la seguridad y la inclusión. Pues un descendiente de judíos polacos sabe que los tiempos convulsos en Europa fueron muy crueles.

Neoyorquino, trabajaba como compositor en Brill Bulding, donde algunos de los mejores temas de la música popular fueron escritos, tratando de encontrar el relevo de Tin Pan Alley. Su primer sencillo “Solitary Man” le produjo un suspiro, lo grabó una vez y después no dejaba de escucharse en la radio, afirmó Neil con asombro, poco tiempo después el legendario Jonny Cash replicaba el tema de Neil con un estilo más duro.

“Sweet Caroline” lo llevo a los cuernos de la luna, fue una de las canciones más cantadas, la interpretó Elvis Presley mientras que Julio Iglesias le hizo la versión en español, situándola en la lista de popularidad más importante en nuestro idioma. 

Neil Diamond entre sus sueños tenía muchas ganas de encontrar la cura para el cáncer, su abuela había muerto de esa terrible enfermedad. Pese al éxito que tuvo en la música estudiaba biología, era bueno en las ciencias, tal vez Dr. Diamond puedo haber encontrado un antídoto, aunque cabe decir que su música es terapéutica.

Actor de cine, en “The Jazz Singer” 1980, compartió el escenario con Laurence Oliver y Lucie Arnaz. Introdujo a Elton John en los Estados Unidos, llegó a dar varios conciertos para la princesa Diana de Gales y bailó con ella en un evento en la Casa Blanca en honor a ella y al príncipe Carlos.

Después de “America”, “Beautiful Noise” hablaba de su natal Nueva York, donde describía todos los sonidos armoniosos que provenían de esa ciudad concurrida y llena de vida. “Longfellow Serenade” estaba inspirada en el Cyrano de Bergerac, aquel hombre que se escondía por su físico extraño, pero escribía las poesías más bonitas para la mujer con la que soñaba, y ella las leía sin saber cuál era la fuente de inspiración o de donde provenían. Era una historia tan hermosa como cruel. 

Neil Diamond, tres esposas, más de 100 millones de discos vendidos en todo el mundo, 38 canciones en el top 10, 9 discos en directo, 32 de estudio y 27 recopilatorios. De voz inolvidable y pausada. Su retiro fue forzoso, pues el párkinson no le dejó terminar su gira por Australia y Nueva Zelanda y todos los fans donaron el dinero de sus tickets para la investigación contra esta enfermedad que mantiene a Neil lejos de los escenarios.

“Ahí está, en una orilla lejana, sostenido por las alas de los sueños, a través de una puerta abierta, puede que lo conozcas, oh seguro que si puedes”

“Perdido, en un cielo pintado, frente al ojo del poeta, puede que lo encuentres, oh seguro que si puedes encontrarle”